
La ONG Una Ventana a la Libertad asegura que solo en los centros de detención preventiva de Caracas y los Valles del Tuy el hacinamiento es de 283% situación que impide, entre otras cosas, separar a los detenidos enfermos de los sanos
Nota de prensa (19-08-2024)
La organización no gubernamental Una Ventana a la Libertad asegura que el hacinamiento sigue causando enfermedades pulmonares crónicas, como la tuberculosis, asma, bronquitis y enfisema, en los calabozos policiales de Venezuela.
En una investigación realizada durante los meses abril, mayo, junio y julio de 2024, la asociación civil que coordina el abogado Carlos Nieto Palma, determinó que el desarrollo de los padecimientos pulmonares se debe, entre otras cosas, a la presencia de factores de riesgo como sobrepoblación, humedad y mala ventilación.
“La poca exposición a la luz solar, la mala alimentación y el abuso de alcohol y drogas entre los reclusos se suma a estos factores de riesgo”, indica la organización en el “Informe Final del Proyecto de Jornadas Médicas realizadas en el Área Metropolitana de Caracas y la región de Valles del Tuy del estado Miranda”.
El pasado mes de junio UVL logró acceder a dos centros de detención preventiva (1 en Caracas y 1 en los Valles del Tuy) con la finalidad de realizar jornadas médicas asistenciales. Dichas visitas se realizan en alianzas con otras asociaciones civiles y tienen el propósito de detectar casos de VIH, tuberculosis y Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS).
Cabe destacar que con el apoyo del personal de salud de Acción Solidaria (Acsol) y la Asociación Venezolana de Servicios de Salud de Orientación Cristiana (Avessoc) también hacen toma de tensión arterial y evaluación física en general para determinar el peso y la masa muscular de los y las privadas de libertad.
“El hacinamiento carcelario incrementa el contacto físico, limita la ventilación y la iluminación, además, dificulta el uso del tiempo en los espacios abiertos”, indica el documento.

Hacinamiento de 283%
En el mencionado documento se informa que la capacidad instalada en los calabozos policiales ubicados en el Área Metropolitana de Caracas y los Valles del Tuy, en el estado Miranda, es de 1.274 personas, pero en estos lugares se encuentran recluidas 3.597 personas, entre hombres y mujeres.
“El hacinamiento es de 283% situación que impide separar a los detenidos enfermos de los sanos”, se lee en el informe.
La aglomeración de detenidos impide, además, que los reclusos puedan recibir atención médica, contar con transporte para sus traslados a tribunales y centros asistenciales y espacios dignos para su reclusión.
Otro de los problemas de salud detectados guarda relación con la piel: “Los ácaros que causan sarna, invisibles a simple vista, se transmiten por contacto físico directo, así como por la ropa infectada”.
Agregan que los brotes de sarna en los calabozos policiales son relativamente fáciles de resolver si se desinfecta la vestimenta, la ropa de cama, el ambiente en general y a los detenidos, pero eso nunca se hace.
En cuanto a la desnutrición UVL indica que los pocos alimentos que llevan los familiares a estos calabozos deben ser consumidos fríos y muchas veces descompuestos porque no hay dónde refrigerarlos.
“La alimentación es escasa y no balanceada y con frecuencia se contamina y eso causa infección estomacal en los detenidos y detenidas”, precisan en el informe.

Conclusiones
Una Ventana a la Libertad, luego de realizar esta nueva investigación, sugiere a las autoridades penitenciarias de Venezuela incrementar los esfuerzos en la formulación de políticas públicas para atender las condiciones de salud de los privados de libertad en el país.
“Deben aplicarse medidas para separar a los internos con enfermedades infectocontagiosas del resto de la población”, es una de las conclusiones que se muestran en el documento.
El informe puede descargarse por el siguiente enlace: http://unaventanaalalibertad.org/wp-content/uploads/2024/08/Informe-Final-Salud-Abril-Julio-2024.pdf

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