Presentación Boletín Informativo #6

Una Ventana a la Libertad ha venido investigando y denunciando el hacinamiento, la violación de los derechos humanos de los privados de libertad y la conflictividad a lo interno de los centros de detención preventiva a nivel nacional. Cuando visitamos un calabozo podemos ver la compleja situación que desde la perspectiva de los internos, policías y familiares de los detenidos se experimenta día a día, sin respuestas oportunas y eficaces por parte del Gobierno Nacional y autoridades del Ministerio de Asuntos Penitenciarios, en desmedro de las labores de patrullaje, la seguridad ciudadana y el control de los ciudadanos.

UVL ha denunciado un 432% de hacinamiento en los 89 CDP monitoreados de enero a junio de 2017, a nivel nacional,  y no ha existido pronunciamiento de alguna autoridad competente  en el área ¿Qué ha pasado con las llamadas “cayapas judiciales”? ¿Qué respuesta se le ha dado a los alcaldes que han alcaldes que han comprado los kits de colchonetas, monos, zapatos y productos para limpieza personal para el traslado porque supuestamente el Ministerio no tiene los recursos para dotación de los mismos?

En esta Ventana informativa 6 titulada  Presos como vecinos nos dimos a la tarea de observar cómo la presencia de estos CDP, que se han convertido en unas mini cárceles, afecta a las comunidades donde están ubicados, cómo en algunas localidades han desvirtuado la labor policial en detrimento de la ciudadanía, cómo esas estructuras creadas para el control ciudadano han dejado de ser una referencia en búsqueda del orden público. Para entender el binomio CDP comunidades, tomamos un centro de detención preventiva en cada uno de los estados donde UVL monitorea a los CDP y sondeamos qué expresan los habitantes de comunidades cercanas a los CDP en torno a su presencia y qué le molesta a los vecinos de la existencia de los mismos.

Exigimos que el Ministerio de Asuntos Penitenciarios de cuenta de las infraestructuras en construcción y asigne los cupos en los centros de reclusión a los detenidos que se encuentran en los calabozos. Basta de excusas y dilaciones. La presencia de centros de detención preventiva a nivel nacional,  que se han convertido en mini cárceles, se está empezando a convertir en una bomba de tiempo en cada una de las comunidades donde están anclados… Este dejó de ser un problema de expertos en la materia para convertirse en otra inquietud y en otra zozobra para todos los venezolanos que los circundamos.

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