Un total de 35 reos se produjeron heridas con chuzos (arma blanca) en sus piernas para exigir traslados y condiciones humanas mínimas en los calabozos, ya que a través de sus familiares denunciaron hacinamiento, revisión inadecuada de la comida, prohibición de darle alimentos como jugos o sopas, ausencia de baños y dormitorios, tiempo de visita muy reducido, entre otras situaciones inhumanas como el dormir de pie.
Según funcionarios del Cuerpo de Bomberos de Mérida y de Protección Civil, quienes brindaron asistencia médica a los privados de libertad, todos recibieron curas dentro del centro de detención preventiva y ninguno requirió ser trasladado al hospital de Mérida.
A pesar de la protesta, los privados de libertad no lograron traslados al Cepra y ante la frustración sentida porque su lucha no tuvo eco, funcionarios del Cicpc-Mérida señalaron que no tienen autoridad para aprobar o no los traslados, ya que la responsabilidad directa recae en el Ministerio del poder popular para los Servicios Penitenciarios, el cual dirige la ministra Iris Varela.
Nora Sánchez, Equipo UVL
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En los calabozos del Cicpc-Mérida están privadas de libertad al menos 250 personas y el hacinamiento los obliga a dormir de pie, según dijeron los familiares (Foto Nora Sánchez)
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