Equipo UVL / Caracas
Las esposas y madres de la población reclusa que está detenida en los calabozos de la Policía Nacional, ubicada en Boleíta, se las han ingeniado durante la cuarentena para poder llevarles alimentos y artículos de aseo personal a sus familiares.
Aunque desde el primer fin de semana que el gobierno confirmó casos de Coronavirus en Venezuela las visitas en ese centro de detención preventiva fueron suspendidas, desde la primera quincena del mes de abril los funcionarios de la PNB cobran por dos tipos de visitas: la exprés y la conyugal, así lo refirieron a Una Ventana a la Libertad un grupo de mujeres.
“Por una visita exprés de 30 minutos, los funcionarios cobran dos dólares en efectivo, mientras que por la conyugal, que no debe durar más de una hora, cobran 10 dólares, también en efectivo. Aunque hay muchas mujeres que están accediendo a ésto, yo no me voy a prestar para esta sinvergüenzura”, dijo la esposa de uno de los reclusos.
Esta no es la primera denuncia que UVL recibe por el cobro de visitas en ese CDP, que también es conocido como la antigua Zona 7 de la extinta Policía Metropolitana. Familiares de los internos de ese calabozo policial explicaron que antes de la cuarentena para evitar la propagación del Covid-19 los policías les cobraban dinero en efectivo para organizarlos en dos filas, según el tipo de visita: La “bolivariana” o la “VIP”.
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