Unos 15 días duró la agonía de Carlos Montilla antes de fallecer, a mediados de julio de 2019, en el Hospital General del Sur Dr. Pedro Iturbe, en Maracaibo, en el occidente venezolano. Los médicos le diagnosticaron septicemia tras sufrir una obstrucción en el intestino. Los médicos les explicaron a los familiares que la enfermedad la provocó la mala alimentación.
Monilla estaba recluido, desde hace año y medio, por el delito de robo agravado en el calabozo de la Policía Municipal de Rosario de Perijá, en el estado Zulia. Ahí comenzó a sentirse mal, perdió peso y empezaron los vómitos constantes, detalló un oficial.
“Se le hicieron exámenes para descartar la tuberculosis, el VIH y otras enfermedades. La familia se movió y lograron sacarlo hasta el Hospital de La Villa del Rosario. Ahí estuvo una semana, empeoró y lo remitieron al hospital en Maracaibo. Allá permaneció cuatro días. Necesitaba una operación de emergencia y al abrirlo los médicos se encontraron que estaba todo contaminado”, detalló un custodio.
Según cuentan los oficiales, Montilla no tuvo una alimentación balanceada, sus familiares muchas veces solo le llevaban para comer sobres para preparar jugos instantáneos. “El consumo en grandes cantidades le endureció el intestino. Los médicos se tardaron mucho en diagnosticarlo y falleció”.
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