José Gregorio Reyes Villalobos, de 42 años, ingresó a los calabozos de la Policía Municipal de Maracaibo (Polimaracaibo) a comienzos de 2018. Lo recluyeron por hurto de material estratégico. En la espera de su proceso judicial murió por tuberculosis en el comando del cuerpo de seguridad, en la Vereda del Lago, avenida 2 El Milagro de Maracaibo, al norte de Venezuela.
Sus compañeros relataron a los oficiales que se acostó, el 18 de marzo de 2018, en el calabozo que comparte con otros 100 detenidos. Ninguno se percató de su deceso hasta el mediodía del día siguiente (19 de marzo de 2018) cuando sintieron su cuerpo frío y rígido. Notificaron a los policías de guardias y estos a su vez al Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (CICPC) y a los familiares.
El cadáver ingresó a las 1.00 de la tarde a la morgue forense de Maracaibo. El informe forense confirma el deceso por una afección pulmonar. Linda Reyes, sobrina del occiso, acotó que su pariente contrajo la enfermedad en el calabozo, porque su tío no estaba enfermo cuando lo detuvieron.
Este es el único caso de tuberculosis que se reporta en los calabozos de Polimaracaibo. El personal niega que existan otros contagios dentro del cuerpo de seguridad.
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