Equipo UVL Zulia
Por primera vez en la historia, los privados de libertad del Centro de Arresto y Detenciones Preventivas de Cabimas, en el sector La Misión de la parroquia Ambrosio, en la Costa Oriental del Lago, se unieron para protestar. Los internos de los pabellones A, B, C y Anexo femenino subieron, desde las 8.00 de la mañana hasta pasadas las 3.00 de la tarde del 17 de noviembre de 2019, al techo del penal para exigir restitución de la visita, se les permita el ingreso de alimentos y agua, la desmilitarización de los alrededores del centro de detenciones y la suspensión definitiva del cierre del penal.
Tanto familiares como reclusos denunciaron que se les suspendió, desde el 11 de noviembre de 2019, el ingreso de alimentos tres veces al día como está establecido en el recinto y que se suspendieron, desde el miércoles 13 de noviembre de 2019, de manera indefinida la visita de familiares. “Existen rumores de que un momento a otro cerraran el retén y desconocemos qué pasará con ellos”, acotó el pariente de un interno del pabellón B.
Antes del mediodía, el número de parientes creció en las inmediaciones del penal. Superó en número a los militares, adscritos al Comando Antiextorsión y Secuestro de la Guardia Nacional Bolivariana (CONAS – GNB), que custodian, desde la tarde del 11 de noviembre de 2019, las adyacencias al penal. El ánimo se caldeó y los visitantes rodearon el retén, en su afán por saber de sus parientes tumbaron un portón. La situación obligó a los funcionarios a pedir apoyo a otros cuerpos de seguridad para controlar la situación. A las 5.30 de la tarde volvió la calma.
La decisión sobre la clausura absoluta del retén de Cabimas, único centro de arresto con que cuenta los municipios Maracaibo, La Cañada de Urdaneda, San Francisco, Jesús Enrique Lossada, Guajira, Mara, Santa Rita, Valmore Rodríguez, Baralt, Cabimas, Almirante Padilla, Lagunillas desde la clausura en 2016 del Centro de Arrestos y Detenciones Preventivas El Marite; la anunció, el 22 de septiembre de 2019, el gobernador Omar Prieto. Todavía no se ha establecido fecha ni qué pasará con los internos.
Los militares se instalaron en las afueras del penal luego de que hirieran a un funcionario del CONAS durante el pago controlado de una extorsión. “Desde el interior del penal lanzaron una granada, las esquilar hirieron al efectivo. Se solicitó al gobierno nacional y regional autorizara el ingreso para la requisa y búsqueda del responsable. Todavía esperamos la orden de aprobación”, detalló uno de los militares que custodia el área.
La Secretaría de Seguridad y Orden Público, responsable de la custodia interna y externa del recinto, no se ha pronunciado sobre lo sucedido. Por ahora se mantiene la medida de no visita a los privados de libertad y sólo se les permitirá el ingreso de alimentos cuando la custodia externa así lo determine.
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