Zulia: Presos tumbaron las paredes de los calabozos de la PNB por ingreso de comida

Equipo UVL Zulia.

Extenuada por el sol, el calor y el peso del racimo de plátanos, la mujer se sentó en la acera. Dos jóvenes, cada uno con un saco con alimentos la acompañaban. Los tres atravesaron dos municipios a pie, desde una barriada en La troncal del Caribe, zona limítrofe entre Maracaibo y Mara, hasta el barrio El Perú, en el municipio San Francisco para llevarle alimentos a su pariente preso. Al llegar a la entrada se encontraron con la noticia que 24 horas antes, el 25 de abril en la mañana, unos 100 internos se alzaron y tumbaron dos paredes por extravío de alimentos en el Comando del Cuerpo de Policía Nacional Bolivariana (CPNB), con sede al sur de la capital.

La oficial de guardia les confirmó la protesta. “Se necesitó triplicar el número de custodios, pedir apoyo a otras brigadas y grupos especiales. Pero eso no pasó a mayores. Ahorita todo está controlado”, le detalló la funcionaria a un familiar en la entrada. A pesar de la insistencia por por conocer si hubo presos heridos o muertos, la uniformada no respondió. Dio la media vuelta y se marchó ignorando por completo la solicitud del pariente.

En conversación vía telefónica con un privado de libertad este explicó dos motivos a Una Ventana a la Libertad: “Aquí hay dos irregularidades desde que prohibieron la vista por la enfermedad –COVID-19. Nos pasan la comida como a unos perros. La familia cuando nos trae el almuerzo nos los echan todo en una bolsa transparente, la revuelven, le meten la mano y luego la tiran por la reja. Ahora se inventaron otra, si traen 20 plátanos al patio solo llegan tres, todos se pierden. La gente se alzó y Salió a ver qué pasaba”.
La docena de familiares en las afueras de la PNB coincidieron con la declaración del recluso. “Yo traje para una semana. No puedo venir todos los días, vivo en Maracaibo, no hay carritos y me toca venirme a pie. Uno deja lo que trae en la mesita que ve allá- señaló a los funcionarios parados a unos metros debajo de una mata- ellos la revisan, le ponen el nombre y el calabozo y hasta ahí sabemos. Cuando hablamos con el que está adentro es que nos enteramos de lo que pasa. Cómo hacemos. Es preferible que llegue algo a que no llegue nada”.

Las denuncias se repitieron una y otra vez en la medida que llegaba otro familiar con alimentos. Todos coincidieron que la situación se agudizó tras la suspensión de la visita por Coronavirus. Antes se aseguraban de que entrara todo durante la hora semanal de visita. “Ahora te quieren quitar pa los frescos o uno les ofrece algo para que por lo menos la pasen, peero igual la bolsita llega falla”.

La comunidad de la avenida 171 del municipio San Francisco presenció el movimiento, escuchó detonaciones y gritos, vio entrar motorizados y patrullas, pero antes de las 2.00 de la tarde todo estaba calmado. “Nunca se sabe qué pasa. Si se fugaron o hay muertos. Pero el movimiento el sábado pasado no fue normal”.

Loading

Sé el primero en comentar

Dejar una contestacion

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.


*