A Luis González, de 57 años, lo sacaron muerto de su celda, pese a que sus compañeros exigieron su traslado a un centro asistencial. El interno respiraba con dificultad desde el fin de semana y no le prestaron los primeros auxilios hasta que quedó inconsciente en un rincón del Centro de Arrestos y Detenciones Preventivas de Cabimas, en la Costa Oriental del estado Zulia, en el occidente venezolano.
González ingresó sin signos vitales en la emergencia del Hospital Dr. Adolfo D’ Empaire. Los médicos de guardia oficializaron el 11 de junio de 2019 su deceso. Le diagnosticaron una infección aguda en las vías respiratorias (tuberculosis), complicada con desnutrición e infección en la piel, comentó uno de los compañeros del retén.
Desde 2016, González esperaba por su proceso judicial por el delito de robo agravado. Le dictaron la privativa de libertad, pero nunca llegó a juicio.

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