
Equipo UVL Zulia
En los calabozos del Centro De Arresto y Detenciones Preventivas de Cabimas Mónica Massiel Abreu Rivera, de 39 años, contrajo tuberculosis. La enfermedad la llevó al colapso y obligó a los custodios a tramitar su traslado desde la Costa Oriental del Lago hasta la emergencia del Hospital General del Sur Dr. Pedro Iturbe, en Maracaibo. Ahí agonizó hasta la madrugada del 14 de octubre de 2019 cuando falleció de un paro respiratorio.

Abreu era docente en Educación Especial. Ingresó al área de mujeres del Eje de Homicidios tras asesinar el 25 de junio de 2017 a su pareja, Luis Alberto González Correa. Quien luego de golpearla se fue a una fiesta y la dejó encerrada en su residencia, en el barrio Agua de Dios, al sur de Maracaibo. A su regreso la maestra lo apuñaló en el pecho y murió antes de recibir atención médica.
Tras una larga estadía en el Eje de Homicidios, Abreu ingresó en el retén de Cabimas, en el sector La Misión. Después de una crisis respiratoria, los custodios deciden, en un día no determinado por los funcionarios del CICPC, trasladarla al hospital marabino, donde por falta de insumos y recursos financieros de sus parientes se complicó y murió.
Los abogados defensores de la docente alegaron en 2017 que Abreu atacó a su marido luego de una relación de al menos 10 años de maltratos y golpes. En dos oportunidades, la docente denunció a su pareja por violencia física y psicológica. Nunca obtuvo respuesta a sus peticiones. Murió por una enfermedad respiratoria antes de que un tribunal corroborara su culpabilidad o inocencia.
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