Ligia Mercedes Pérez Córdova, de 69 años de edad, abogada caraqueña e instructora de yoga; recibió el beneficio de casa por cárcel tras la visita de los coordinadores regionales de Revolución Judicial al calabozo de la Tercera Compañía del Destacamento 111 de la Guardia Nacional Bolivariana en el Aeropuerto de Maracaibo, en el estado Zulia. La privada de libertad solicitó al menos cuatro veces medida humanitaria tras empezar a perder la visión en la celda. A través de un corto video, la reclusa denunció que estaba a punto de estallarse uno de sus ojos y o recibía atención médica.
Los familiares de Pérez esperan que el tribunal tome una decisión pronto sobre su caso y le permitan regresar a Caracas.
El proceso legal de la abogada inició el 2 de agosto de 2018. Tras su reclusión le diagnosticaron: escleritis necrotizante, cataratas en el ojo derecho, desprendimiento total de haloides posterior, piodermitis, hipertensión arterial y desorden inmunológico a raíz del Zika. Los médicos recomendaron cambiar su sitio de reclusión. Pero el tribunal desestimó la evaluación médica hasta el 3 de agosto de 2021 cuando se le informó a su abogada defensora, Lucy Blanco, que le otorgarían casa por cárcel.
Ligia Pérez es una abogada, trabajó por años en un organismo del Ejecutivo Nacional. Tras retirarse del ejercicio profesional fundó Yoga Libre e impartía clases en las instalaciones de La Estancia PDVSA en Caracas, al lado de otros importantes maestros de yoga. Estuvo a cargo de su fundación durante 15 años, antes de su detención por tráfico de drogas. Pese a su edad estuvo recluida junto con otras 40 privadas de libertad en un espacio de 6×6, sin aire acondicionado ni ventilación, sin acceso a la luz solar ni al agua potable y durmiendo en el piso.
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