Zulia: Con restricción para ingresar agua y comida reanudan visitas en el retén de Cabimas

Equipo UVL Zulia

Desde las 6.00 de la mañana empezó a formarse la cola de mujeres y hombres a unos 20 metros de la entrada del Centros de Arrestos y Detenciones Preventivas de Cabimas, en la Costa Oriental del Lago de Maracaibo. La visita de los privados de libertad se reanudaba, el miércoles 20 de noviembre de 2019, tras una semana de suspensión. Los familiares denunciaron las restricciones impuestas por los funcionarios del Comando Antiextorsión y Secuestro de la Guardia Nacional Bolivariana (CONAS-GNB), quienes controlan, desde el 11 de noviembre de 2019, las afueras del recinto.

Tras la militarización de las adyacencias, se inició la suspensión de visitas e ingreso alimentos a los privados y las privadas de libertad. “Se quedaron sin comida y tuvieron que subirse al techo. Fue una semana de pelea para saber de ellos”, comentó una de las mujeres, quien tenía cerca de 10 días sin saber de su hijo.

La mujer recordó que después de una guerra campal “donde hubo tiros, nos corretearon y casi nos atropellan con un convoy”. Permitieron, el domingo 17 de noviembre a las 3.30 de la tarde, ingresar la visita. “Solo nos dejaron entregarles litro y medio de agua y una ración de comida”.

Unas 72 horas después de la protesta que unió a los tres pabellones y al anexo femenino, las restricciones de los militares no cambiaron. Una anciana, quien tiene a su hijo en el pabellón B, explicó que solo le permitieron ingresar cinco panes, dos kilos de comida cruda y dos botellas de cinco litros. No le permitieron el ingreso de ropa limpia, medicinas, productos de aseo personal ni enlatados. “Traía cuatro botellas de agua y una de jugo, hielo. Y me pusieron a escoger qué quería dejarle”.

La visita, establecida por la Secretaría de Seguridad y Orden Público, en un horario de 8.00 de la mañana a 2.00 de la tarde quedó reducida a una hora. Entraba un grupo y hasta que este no saliera no le permitían el acceso al resto de los visitantes.

El ingreso de comida debía hacerse en bolsas transparentes y tazas plásticas transparentes. Sin excepciones, no se les permitiría el ingreso de golosinas ni productos azucarados. Tampoco podrían entregarles a sus parientes hielo en cavas ni filtros.

Unos parientes se sintieron satisfechos por la presencia de los militares. “Es la primera vez en dos años que no tengo que pagar para poder entrar. Los policías me cobraban 15 mil bolívares para no hacer cola, 10 mil más por si no traía falda y 15 mil más porque no tengo cédula y entro es con el Carné de la Patria”.

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