
Equipo UVL Zulia
Un grupo de médicos forenses y enfermeras del Ministerio Público se acercaron, el 1 de julio de 2020, a las instalaciones del Centro de Arrestos y Detenciones Preventivas de Cabimas, en el sector La Misión de la Costa Oriental del estado Zulia, para la revisión de los privados de libertad, al menos un centenar, que fueron expulsados por los pranes de sus pabellones por presentar síntomas de tuberculosis o algún cuadro viral o infeccioso. En su visita no otorgaron libertades humanitarias, no entregaron medicamentos, no ordenaron traslados de emergencias a centros asistenciales ni atendieron a todos los interno ni evaluaron a todos los enfermos, denunciaron los internos.
Uno de los privados de libertad denunció que los médicos llegaron temprano. Los hicieron hacer una fila bajo el sol y esperar por horas. “Solo revisaron a un grupito. A otros medio los miraron y los mandaron a hacerse unas placas –radiografías- de tórax y otros exámenes de laboratorio. A esa gente se les olvidó que aquí suspendieron los traslados a hospitales y la enfermería hace más de un año que no existe”.
Los reclusos aseguran que para calmar un poco los ánimos de quienes no fueron evaluados, el personal aseguró volver en dos semanas, aproximadamente para mediados de julio, a otorgar libertades y para la evaluación médica del resto de la población.
“La situación es complicada, aquí unos hasta tienen que beber agua del aire porque no tienen agua. Se necesitan entre 50 mil o 100 mil bolívares en efectivo para comprar agua potable. Sin familiares, es arrecho”, denunció un interno.
Mientras esperan respuesta de medicina legal, los detenidos siguen pernoctando sobre la arena o en el único pedazo de piso de cemento cerca de la garita de los oficiales del Cuerpo de Policía Bolivariana del Estado Zulia (CPBEZ), quienes están a cargo de la custodia externa.
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