
Familiares de los privados de libertad que se encuentran en los calabozos de la Comandancia General de la Policía, en San Felipe, denunciaron nuevamente el hacinamiento existente en el recinto. Alegan que sus allegados viven ahí en condiciones infrahumanas.
Dijeron que se hace cada vez más insalubre el lugar por la escasez de agua potable existente en la actualidad aunado al exceso de hombres allí recluidos, ante esto piden a las autoridades judiciales acelerar los procesos de juicios para descongestionar el recinto.
De igual manera, denuncian que cada vez se les hace más difícil entregar los alimentos y medicinas, aseguran que en ocasiones pasan la mañana en la plazoleta contigua al centro de detención esperando que los policías activen la entrega de paquetería.
Finalmente insistieron en denunciar que muchos deben cancelar una cuota de entre 5 y 10 dólares semanal como causa para poder tener un espacio para dormir, esto lo hacen normalmente al pranato que allí existe y según dijeron el mismo es negado por las autoridades.
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