Familiares de privados de libertad que se encuentran recluidos en los calabozos policiales que existen en las parroquias de Albarico y Marín, en San Felipe, exigen jornadas de despistajes de coronavirus para sus allegados.
Sostienen que tienen información de que existen varios internos con síntomas asociados a la COVID-19 por tanto reclaman que equipos médicos especializados acudan al lugar para hacer pruebas médicas y en caso que hayan pacientes positivos los aislen para resguardar al resto de los internos.
Tal situación pareciera ser similar en los puestos policiales de Marín, Albarico, y en la Urbanización Juan José de Maya, todos ubicados en el eje parroquial de la capital yaracuyana.
Aunque en estos centros no existe un número alto de internos, no es menos cierto que el espacio en las celdas es reducido y muchos comparten el mismo espacio, por lo que el riesgo de infectarse de coronavirus es bastante alto.
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