Familiares de los detenidos que se encuentran en la sala de resguardo de la Comandancia General de Policía de San Felipe reiteraron las denuncias de hacinamiento, contaminación e insalubridad existentes, las cuales se han potenciado con la intensa escasez de agua que azota a la entidad yaracuyana.
Los declarantes dijeron que diariamente deben llevarles agua a los internos, tanto para el consumo, como para bañarse.
Añadieron que la contaminación está a la orden del día ya que en las mismas áreas que están los presos deben hacer sus necesidades y mantenerlas allí en bolsas plásticas de basura hasta que el camión recolector de desechos acuda al lugar. En ocasiones el mismo tarda hasta tres días en ir al recinto.
En este sentido manifestaron que el lugar, pese a que fue rehabilitado hace unos años es insuficiente para tantos reos, pues actualmente hay unos 250 internos distribuidos en nueve calabozos que están diseñados para un máximo de 90 personas.
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