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PRESENTACIÓN
La detención o privación de libertad de una persona en Venezuela implica toda una serie de consecuencias, que no solamente recaen sobre ella, sino también sobre sus familiares. Según el estudio “Perfil socioeconómico de los familiares privados de libertad en Centros de Detención Preventiva del Distrito Capital y los estados Miranda y la Guaira” realizado por UVL en marzo de 2020, el 70% de los familiares que apoya a los privados de libertad en el Distrito Capital y los estados Miranda y la Guaira son mujeres. Las parejas, madres y abuelas de los presos, con un nivel educativo que no supera la educación primaria y con ingresos equivalente a 2,94 dólares mensuales, para marzo de 2020, son las que asumen la manutención y el sostenimiento del vínculo familiar de los privados y las privadas de libertad dentro de los CDP.
El estudio indica que el 92% de los familiares se encuentran en pobreza extrema: el 66,67% percibe un ingreso mensual equivalente al salario mínimo y un 25% expresó que obtiene ingresos menores al salario mínimo mensual. El 67% de los familiares manifestó dificultad para cubrir el sustento del grupo familiar junto al cuidado de los parientes privados de libertad. Esto evidencia la situación de precariedad en la que se encuentran los familiares para atender las necesidades vitales de los presos en los calabozos policiales.
En mayo de 2020, en la investigación “Radiografía de la Salud en los Centros de Detención Preventiva de Distrito Capital, Miranda y la Guaria”, realizada por UVL en una población de 4589 detenidos estudiados, determinó que 941 (21%) padecían de desnutrición aguda.
En esta Ventana Informativa N° 22 FAMILIARES CON PENURIA LLEVAN ALIMENTO A CALABOZOS está dedicado a visibilizar a través de una serie de reportajes realizados en ocho estados del país, las limitaciones, malabares y acciones que han emprendido los parientes de los presos para poder alimentarlos.
Desde el 22 de junio, como impacto de la restricción estricta de movilidad para frenar la expansión del Covid-19, en municipios de alta incidencia de contagios, preveemos que se agudizará el hambre. Es imperativo que el Estado venezolano asuma la manutención de los presos en los CDP. Es vital que las parejas y madres de los presos, como población vulnerable, sean incorporadas en los programas de ayuda humanitaria que exige la Emergencia Humanitaria Compleja Agravada por la que transitamos.
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COCINERAS IMPROVISADAS PREPARAN COMIDAS A PRESOS
EN POLITÁCHIRA
Equipo de Investigación UVL Táchira
María de Ramírez tiene ocho meses yendo todos los días a la Policía del Táchira a llevarle comida a su hijo quien está detenido por posesión de droga. Tiene la ventaja de que vive en la zona y su otro hijo la lleva en moto. El aislamiento no la ha limitado para llevar los alimentos que implican almuerzo y cena. |
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FAMILIARES DE PRESOS HAN TENIDOS UNA CUARENTENA LLENA DE OBSTÁCULOS EN NUEVA ESPARTA
Equipo de Investigación UVL Nueva Esparta
Son las tres de la mañana y María Marval está saliendo de su casa ubicada en Punta de Piedras, municipio Tubores de Nueva Esparta, camino al Centro de Detención Preventiva del Cicpc en Porlamar. Tan solo son 32 kilómetros de distancia, lo que le llevaría unos 45 minutos de camino, pero en esta cuarentena por el COVID-19 el transporte público es escaso en la isla de Margarita, por eso es prevenida y sale muy temprano para ser una de las primeras en la parada, aún oscura del autobús. |
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EN ALTOS MIRANDINOS FAMILIARES DEBEN CAMINAR KILÓMETROS PARA LLEVAR COMIDAS A LOS CDP
Pola Del Giudice/ UVL Miranda
Mayela, se despierta todos los días a las 3 am. Comienza a ordenar la cocina para prepararle el desayuno y el almuerzo a su hijo, quien lleva detenido cuatro meses en los calabozos de la Policía del estado Miranda (Polimiranda) en Los Teques, capital del estado. Máyela prefiere hacerlo así que llevarle comida para cocinar en los calabozos. Sabe que no alcanzará para todos. |
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