
UVL Vargas
La Guaira.- Familiares de privadas de libertad que se encuentran detenidas en el Centro de Detención Preventiva para mujeres y adolescentes que funciona en el retén de Caraballeda, bajo la custodia de la Policía Regional de Vargas, informaron a Una Ventana a la Libertad (UVL), que este lunes 25 de abril, cumplen 34 días, sin contar con agua potable en los espacios del centro de detención.
Explican que los familiares deben de llevarle a cada reclusa agua potable, no solo para ser ingerida, sino también para cumplir con su aseo personal.
Igualmente indicaron que en algunas ocasiones, el agua llega a una pila ubicada en la planta baja del centro detención preventiva y las privadas de libertad deben, llenar pipotes o bidones y ser llevados hasta el tercer piso, en donde se encuentran los calabozos y los espacios que utiliza el centro de detención.
«El tema del agua se está haciendo cada vez más difícil para nosotros los familiares, porque hay quienes no vivimos cerca y no tenemos vehículo para traer más cantidad de agua. Y podemos traer quizás un envase de 5 litros, pero ese envase no puede garantizar el aseo y el agua de consumo», contó Yanitza Maldonado, hermana de una privada de libertad.
Asimismo, otros familiares, explicaron que anteriormente, el Gobierno Regional enviaba cisterna que eran vaciados en los tanques del centro de detención preventiva, Pero desde hace meses esto no sucede, porque el sistema de bombeo ha presentado fallas.
«Si ya es difícil el hacinamiento y todo lo que pasa en el centro de detención, imagínate no tener ni siquiera agua, para poder cumplir con un aseo mínimo. Las autoridades deben buscar una solución para hacer más llevadero el encierro de esas mujeres», explicó Gabriela Jiménez, madre de una privada de libertad.
UVL consultó con una fuente en el centro de detención preventiva para mujeres en Caraballeda y confirmaron la falta de agua y el uso de envases y tobos improvisados para recolectar agua y garantizar el aseo de la detenidas
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