
Fue enterrada en fosa común en el mes de enero
Aragua
90 días fue el lapso de espera otorgado por Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses (SENAMECF) en Aragua, al cadáver de Ana Virginia Hernández Hernández (43), señalada de ser la autora intelectual en la muerte de sus padres Omar Hernández Sabatino (72) y Adais Virginia Hernández (67), y de su hija de 11 años de edad Luisana Blanco Hernández, asesinados el 1 de octubre del año 2016 en la urbanización Andrés Bello de Maracay.
El Tribunal 1° de Control de Aragua, ordenó el pase a juicio para Hernández Hernández, y dos personas más, solicitando el Internado Judicial de Aragua con sede en Tocorón como lugar de reclusión.
Sin embargo, esta orden judicial no se concretó y desde el año 2016, Ana Hernández estuvo presa en las celdas del eje de homicidios del Cicpc, falleciendo por inanición el mes de septiembre del 2021. Su cadáver fue trasladado hasta la morgue, pero al no ser reclamado en 30 días, se procedió a esperar 60 días más hasta que fue enterrado en fosa común el pasado 24 de enero 2022.
Ana Hernández Hernández, pertenecía al grupo que llaman “Los Sufridos” pues desde el mismo momento de ser encarcelada fue abandonada por la familia. Funcionarios aseguran que en los cinco años que estuvo detenida, solo recibió una sola visita familiar. Su sustento venía de parte de fundaciones eclesiásticas, ONG, y obras de caridad, así como dádivas de alimento de parte de sus compañeras de celdas
El suceso conmovió a la colectividad Maracayera, pues las víctimas eran profesores muy estimados de la Universidad Central de Venezuela en la entidad. Esto ocurrió la noche del 1 de octubre de 2016, luego que dos hombres ingresaron al domicilio situado en Maracay, donde se encontraban los docentes en compañía de su nieta. Fueron amordazados, agredidos a golpes en múltiples oportunidades para que entregaran sus pertenencias.
Al amanecer y tras gritos de auxilio de la hija menor y autora intelectual del triple homicidio, varios vecinos prestaron apoyo a Hernández Sabatino, su esposa y nieta, quienes fueron llevados al Hospital Central de Maracay. Sin embargo, los dos adultos murieron poco después a causa de los traumatismos que sufrieron; mientras que la niña falleció luego de cinco días (5 de octubre).
Una cámara cercana, reveló que Ana Hernández abrió el portón a los agresores de su familia y esperó a que terminaran para retirarse con ellos en horas de la madrugada, para regresar al amanecer y pedir ayuda ante un supuesto robo.
Por tal motivo, resultaron aprehendidas entre el 2 y 4 de octubre del 2016, junto a Hernández Hernández, Víctor Brito Bolívar (45) y Yusmary Méndez (31), presuntamente involucrados en el suceso, a quienes le ratificaron la acusación en el delito de homicidio calificado agravado en la ejecución de un robo, además de agavillamiento. En el caso de Méndez también se le ratificó la acusación por aprovechamiento de cosas provenientes del delito.
Los tres involucrados en el terrible hecho fueron sus compañeros de reclusión en las celdas del Cicpc hasta la muerte de Ana.
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