Sepultar a un preso fallecido es un viacrucis para sus familiares en Nueva Esparta

En la morgue del Hospital Luis Ortega comienza el calvario de los familiares

Equipo de Investigación UVL, Nueva Esparta

La situación de los privados de libertad en el estado Nueva Esparta es crítica. La hiperinflación en el país ha ocasionado que los familiares de los reos no estén en capacidad de hacerse cargo de gastos de alimentación, higiene personal y salud, generando un incremento en los decesos dentro de los centros penitenciarios.

Hacerse cargo de los gastos fúnebres es prácticamente imposible para los allegados de los detenidos, quienes en su mayoría son de escasos recursos y están golpeados por la crisis económica. Cuando se registran muertes dentro de los centros de reclusión los familiares no solo deben lidiar con el impacto emocional que implica la pérdida de un ser querido, sino que también deben buscar la forma de solucionar lo que sería el entierro, lo que se convierte en un viacrucis por distintas instituciones hasta conseguir el apoyo que requieren.

Frank Gutiérrez, trabajador de la Funeraria Sinsago, ubicada en la calle San Rafael en Porlamar, municipio Mariño, comentó que en la mayoría de los casos quien se hace cargo de los gastos fúnebres de los privados de libertad son las alcaldías o la Gobernación insular.

Explicó que son los familiares quienes acuden a las instituciones del Estado para gestionar el apoyo económico que requieren para la preparación del cuerpo y la sepultura en el campo santo. El trabajador de la funeraria informó que si el reo fallecido no tiene allegados son los encargados de los centros de reclusión quienes se encargan de solicitar las ayudas a las dependencias estadales para que sean sepultados.

Un servicio fúnebre en la región insular ronda los 450 millones de bolívares si es domiciliario, es decir si el occiso es velado en su casa, se le da un ataúd económico además de la preparación del cuerpo, mientras que si es llevado a una funeraria puede llegar a costar Bs. 700.000.000.

Gutiérrez dijo que para la mayoría de las familias de los privados de libertad es imposible costear todo este proceso, por lo que una vez conocida la noticia empiezan a gestionar la ayuda económica.

En Nueva Esparta una de las instituciones que más ayudas económicas da a las personas que requieren servicios fúnebres para sus familiares es la Gobernación del estado. El gobernador Alfredo Díaz lamentó que la gran mayoría de los privados de libertad de la región insular estén fuera de la entidad. Cabe destacar que en febrero de 2016 el Internado Judicial de San Antonio fue desalojado llevando a tierra firme a casi dos mil presos.

Añadió que el traslado a otros centros de reclusión fuera de la Isla ha dejado a los privados de libertad indefensos y sin la posibilidad de que sus familias los apoyen con alimentación y medicamentos, por lo que han muerto por desnutrición y enfermedades como tuberculosis.

La primera autoridad neoespartana reseñó que los gastos fúnebres son demasiado altos en la actualidad, pero la Gobernación hace un esfuerzo para apoyar a las familias y que estas puedan darle sepultura a los reos fallecidos.

Contó que en lo que va de 2018 han trasladado los cuerpos sin vida de al menos cinco margariteños que pagaban condena en cárceles ubicadas en el occidente y centro del país. Traer los cuerpos hasta la isla de Margarita es realmente costoso en estos momentos: algunos traslados pueden costar entre tres y cuatro millardos de bolívares. Mientras que si mueren en la región insular cuesta unos 700.000.000 de bolívares.

El mandatario regional agregó que todos los días deben apoyar a cuatro o cinco familias neoespartanas con los servicios funerarios ya que no están en capacidad de costearlos. Explicó que el proceso normal es que las familias se acerquen hasta la Dirección de Servicios Sociales de la Gobernación a pedir el apoyo, luego de esto son enviados con una carta aval a la funeraria y esta se encarga de todo el proceso.

SOLOS

Aunque la mayoría de los presos recibe apoyo de sus familiares (así sea limitado), también existe un grupo de reos que no tiene a nadie.

Cuando este tipo de detenidos fallece lo habitual es que los encargados de los centros de detención preventiva se encarguen del proceso funerario, luego de que este se resuelva lo siguiente es darle sepultura.

El trabajador funerario Frank Gutiérrez dijo que la morgue del Hospital Luis Ortega de Porlamar no cuenta con neveras suficientes como para almacenar cuerpos por tiempo prolongado, además que las pocas que hay suelen dañarse debido a las fluctuaciones de la energía eléctrica.

En medio de este panorama tan inestable a los privados y a sus familiares solo les queda rezar y esperar que la situación del país mejore y que no se sigan registrando muertes que no pueden costear.

En la morgue del Hospital Luis Ortega comienza el calvario de los familiares

 

Un servicio funerario en la región insular ronda los 700 millones de bolívares

 

 

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