
En el baño de su celda amaneció colgado Andrés Antonio Farías Verá, de 28 años. Los detectives del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas se hicieron cargo de la investigación del deceso y trasladaron, a las 2.00 de la mañana del 22 de marzo de 2018, el cadáver desde la celda, en el comando de la Policía Bolivariana de San Francisco (Polisur), en Sierra Maestra del estado Zulia, al norte de Venezuela; hasta la morgue forense de Maracaibo. La necropsia corroboró que se trató de un suicidio.
Osman Cardozo, director de Polisur, informó que a Farías lo detuvieron en 2015, meses después lo condenaron a seis años de prisión por los delitos de porte ilícito de arma de fuego y tráfico de estupefacientes. Solo esperaba por su traslado a una cárcel en otro estado.
“Hace unas semanas se iniciaron los traslados al interior del país de los reclusos condenados y Farías comenzó a tener un comportamiento extraño. Intentó fugarse en dos ocasiones. Presumimos que se quitó la vida para evitar que lo llevaran a otro penal. Pero esa hipótesis debe corroborarla el CICPC, es solo nuestro parecer”.
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