Sólo en tres de los CDP monitoreados por Una Ventana a la Libertad se aplicó el esquema de vacunación completo con dos dosis de la inyección de origen chino Sinopharm; sin embargo, no todos los reclusos fueron inmunizados, porque al momento de aplicar la primera dosis, 14 detenidos presentaban alguna afección de salud. Hasta el momento se desconoce si esos rezagados puedan recibir la inoculación más adelante
Lidk Rodelo | UVL Miranda
En riesgo. Así permanece el derecho al acceso a la salud de los privados de libertad que se encuentran recluidos en los 10 centros de detención preventiva (CDP) que son monitoreados por Una Ventana a la Libertad en el eje Guarenas, Guatire, Barlovento del estado Miranda, aún y cuando las autoridades judiciales han realizado en meses recientes un descongestionamiento de los recintos, además del impulso a las jornadas de vacunación contra la COVID-19.
El peligro que corren la salud de los detenidos obedece a las condiciones precarias que se mantienen en estos CDP y que han traído como consecuencia la propagación de enfermedades infectocontagiosas, entre las que destacan tuberculosis, afecciones de la piel, cuadros virales, VIH, entre otras.
El hacinamiento y la ausencia de condiciones sanitarias son los principales causantes de estos brotes de enfermedades, que amenazan las vidas de los privados de libertad.
Vacunación contra la COVID-19: Incompleta
Sólo en seis de los 10 CDP monitoreados por Una Ventana a la Libertad en estas zonas mirandinas se han realizado las jornadas de vacunación contra la COVID-19. Sin embargo, sólo en tres de ellos se ha establecido el esquema completo de inmunización contra el coronavirus, que consta de dos dosis.
Otra de las irregularidades encontradas durante el monitoreo, es que en ninguno de esos tres CDP que cumplieron con el protocolo de vacunar a los privados de libertad contra la COVID-19, fueron inmunizados todos los reclusos.
Al menos 14 de los procesados en estos tres CDP no recibieron el esquema de vacunación, debido a que presentaban afecciones de salud o cuadros virales en el momento en que les fueron aplicadas las primeras dosis.
Las segundas dosis las recibieron en un lapso comprendido entre dos y tres meses después de la primera inoculación, en el caso de las CDP Policía Municipal de Plaza (Poliplaza), Policía Municipal de Zamora (Polizamora) y Delegación Guarenas del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc). [1]
En el Eje contra Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), en la Policía del Estado Miranda (Polimiranda) y en la Policía Municipal de brion (Polibrion), aún, al cierre de este informe realizado a finales del mes de noviembre, los privados de libertad se mantienen a la espera de la colocación de las segundas dosis.
Los otros cuatro CDP que también son monitoreados por Una Ventana a la Libertad no han realizado la vacunación contra la COVID-19 para los privados de libertad. Sus autoridades manifestaron que no manejan información al respecto.
Los privados de libertad que han sido inmunizados recibieron las inyecciones de origen chino, de nombre Sinopharm.
Afecciones de salud se mantienen
Como se mencionó al inicio de este informe, las enfermedades infectocontagiosas en los CDP se mantienen, de acuerdo con la investigación realizada durante este monitoreo. A pesar de que el gobierno de Nicolás Maduro implementó un plan de descongestionamiento de calabozos policiales a través de una Comisión de Revolución Judicial, las medidas cautelares sustitutivas de libertad, las libertades plenas otorgadas y los traslados a centros penitenciarios no fueron suficientes para acabar con el hacinamiento, principal causante de la propagación de las diferentes afecciones de salud.
En mayo de 2021, Una Ventana a la Libertad contabilizó 743 privados de libertad en estos 10 CDP que tienen capacidad para albergar a 335 personas. La Revolución Judicial permitió disminuir la cifra a 564 presos para septiembre y ya en noviembre la cifra ascendió a 587 privados de libertad, lo que representa un hacinamiento de 175%.
Además del hacinamiento, la poca ventilación y la falta de insalubridad ante la ausencia del servicio de agua potable, se conjugan para que las enfermedades se concentren en estas celdas de poco espacio y se propaguen rápidamente.
Para finales de noviembre de 2021, Una Ventana a la Libertad contabilizó 18 privados de libertad con tuberculosis en siete de los 10 CDP monitoreados, así como 82 reclusos con escabiosis en todos los CDP.[2]También fueron hallados 52 casos de cuadros virales, dos de COVID-19 y otros dos de VIH, que aún no reciben tratamiento con antirretrovirales
[1] Una Ventana a la Libertad (Octubre 12, 2021). Miranda. Vacunan contra la COVD-19 a 47 privados de libertad de Poliplaza https://unaventanaalalibertad.org/alertas/miranda-vacunan-contra-la-covid-19-a-47-privados-de-libertad-de-poliplaza/
[2] Una Ventana a la Libertad (Septiembre 10, 2021). Mranda. Familiares de preso con uberculosis en Cicpc Higuerote piden atención médica https://unaventanaalalibertad.org/alertas/miranda-familiares-de-preso-con-tuberculosis-en-cicpc-higuerote-piden-atencion-medica/
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