Reclusos del Centro de Coordinación Policial de Valera hacen artesanías para generar ingresos

Las artesanías hechas por los privados de libertad, además de servir de pasatiempo, son vendidas para aportar ingresos a sus familiares | Foto: UVL Trujillo

Los reclusos del Centro de Coordinación Policial de Valera realizan artesanías con billetes de viejos conos monetarios. Las visitas siguen con restricciones por el COVID-19

UVL Trujillo 

Valera.– Unos nueve reclusos que se encuentran en el Centro de Coordinación Policial N° 2, en el municipio Valera estado Trujillo, realizan artesanías con billetes para ayudar económicamente a sus familiares, quienes los sustentan mientras cumplen con sus procesos judiciales o condenas. Esto de acuerdo con el testimonio de sus allegados y fuentes policiales de este centro, durante la mañana de este miércoles, 18 de agosto. 

Los privados de libertad, que se encuentran en al menos tres celdas, utilizan el papel de conos monetarios pasados y elaboran cisnes, porta lápices y barcos, que luego son vendidos para aportar ingresos a sus seres queridos. Este dinero les sirve, entre otras cosas, para la compra de alimentos y costear los pasajes.

La mayoría de los detenidos procede de municipios aledaños a Valera, incluso del Eje Panamericano, por lo cual en semanas radicales de la cuarentena por el COVID-19, sus familiares hacen un esfuerzo por visitarlos todos los miércoles. Aquellos que no pueden, por la falta de transporte, llevan los alimentos en semanas flexibles para cubrir las necesidades de cinco días adicionales. 

No obstante,  si alguno de los reclusos no tiene los recursos para sus desayunos, almuerzos y cenas, el centro policial se lo garantiza por poseer un comedor para los efectivos en servicio. 

Servicios públicos garantizados 

Pese a estar situado en un municipio con problemas de distribución de agua potable,  los funcionarios aseguraron que los privados de libertad tienen agua almacenada para el aseo e higiene personal. Además,  ninguno, todos hombres, tiene enfermedades contagiosas o crónicas. 

De hecho, para evitar que el COVID-19 llegue a las celdas, mantienen restringidas las visitas. Los familiares conversan con ellos a tres metros de distancia de las celdas o utilizan el intercambio de cartas.

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