
Coordinadora de la Fundación Derechos Humanos Anzoátegui solicita apostamiento policial para Joselín Bejarano, cuya salud se ha visto comprometida tras el nacimiento de su bebé
Giovanna Pellicani – Anzoátegui
Barcelona.– Joselín Bejarano tiene diez años recluida en el anexo femenino de la Policía del Estado Anzoátegui, ubicada en el municipio Freites de Cantaura, área donde actualmente permanece detenida junto a bebé que tiene siete días de nacido.
La denuncia fue efectuada por la coordinadora regional de la Fundación Derechos Humanos Anzoátegui, Milagros Carmona, quien informó al equipo de Una Ventana a la Libertad en la entidad, que la reclusa dio a luz el pasado 25 de mayo y al día siguiente fue trasladada a uno de los calabozos del Centro de Coordinación Policial (CDP).
“Joselín presenta fiebre al igual que su bebé, porque no cuenta con los implementos de aseo y medicamentos para garantizar el tratamiento de su herida y también del ombligo del recién nacido. Ambos están en condiciones de riesgo”, especificó.
Carmona reveló que Bejarano, quien tiene 34 años de edad, se encuentra en el área donde son depositadas las colchonetas que están en mal estado, zona que asegura presenta filtraciones, humedad y mal olor.
“La fiscal penitenciaria estuvo en el lugar y constato lo que estaba ocurriendo. También hablé con la juez de ejecución, quien me indicó que apenas el viernes tuvo conocimiento del hecho y que debe revisará la causa a ver si le corresponde un beneficio”, mencionó la jurista.
La coordinadora de la fundación que trabaja en defensa de los Derechos Humanos en Anzoátegui, Monagas, Nueva Esparta y Sucre, solicita apostamiento policial de inmediato para Joselín, a quien asegura ya le corresponde recibir su beneficio, además exige el cumplimiento del Artículo 51 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Carmona informó que los familiares de la privada de libertad residen en la zona norte del estado Anzoátegui, lo que les ha dificultado el envío de alimentos y medicamentos, por lo que denuncia que la alimentación de Bejarano no ha sido la más acorde durante su período de lactancia.
“Nos ha contado que ha pasado días sin comer porque su mamá le lleva alimentos cuando puede ya que se le dificulta el traslado hasta el municipio Freites, una razón más que pone en riesgo la vida tanto de la privada como del recién nacido”, detalló.
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