Posted on by Luis Alfredo Ledezma in Nacionales
Luis Alfredo Ledezma
Periodista / Redactor / LuisLedezmam@gmail.com / @LuisLedezmaM
Al menos ochos reclusos han muerto por desnutrición en distintas cárceles de Venezuela, denunció la Organización No Gubernamental Una Ventana a la Libertad que responsabilizó al Gobierno nacional de la crisis alimentaria que están padeciendo las personas privadas de libertad en el país.
El más reciente deceso fue el de Adolfo Iván Martínez Canino, de 25 años, quien se encontraba recluido desde el 13 de septiembre de 2016 en los calabozos de la Policía Municipal de Guaicaipuro, estado Miranda y murió el pasado 20 de septiembre por desnutrición severa.
El coordinador general de Una Ventana a la Libertad, Carlos Nieto Palma, precisó en una entrevista para Caraota Digital que los casos de fallecimiento por falta de alimentos fueron registrados en una investigación realizada en 89 centros de detención preventiva ubicados en 12 estados del país.
“En Venezuela tenemos dos sistemas penitenciarios establecidos. Uno es el sistema tradicional, que son las cárceles que todos conocemos y que dependen del Ministerio de Asuntos Penitenciarios, con 57.000 reclusos en aproximadamente”.
El otro lo integran los centros de detención preventiva que funcionan en los calabozos de las policías del país, que en la actualidad albergan a unos 45.000 privados de libertad. “En este tipo de prisiones es donde se presentan mayormente los casos de desnutrición“, apunto Nieto Palma.
Explicó que son más puntuales en estas cárceles por carecer de comedor y presupuesto para la compra de alimentos. Afirmó que una persona detenida, que no cuente con familiares que le lleven la comida, simplemente “muere de hambre”.
“Ocho muertos registrados por hambre en 2017 solo en estos en centros (preventivos). Es probable que existan muchos más”, aseguró Nieto Palma. “Por lo menos en las cárceles tradicionales hay condiciones para dar comida porque tienen un comedor y una cocina. Aunque la alimentación es deficiente y muy mala, por lo menos les dan una taza de arroz cocido al día”, agregó.
Argumentó que el problema se genera porque el sistema penitenciario “tradicional” no permite el acceso de muchos reclusos, alegando que no han recibido autorización de parte del Ministerio de Asuntos Penitenciario.
Tal situación ha generado “el caos general en los calabozos policiales”, ya que solo están acondicionados para mantener al detenido por un tiempo de 48 horas, y el Ministerio de Asuntos Penitenciarios no se hace cargo de la alimentación en este tipo de reclusiones.
Añadió que no han recibido respuesta de entes como el Ministerio Público (MP) o la Defensoría del Pueblo, ni del propio Ministerio de Asuntos Penitenciario. Destacó que solo los organismos internacionales defensores de los derechos humanos han tomado en cuenta estas denuncias.
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