Los privados de libertad en el estado Nueva Esparta están consternados por el agravamiento del retardo procesal en la entidad, complicado por el decreto de Cuarentena Social en la entidad y el país. Aunque entienden el riesgo que corren por el COVID-19 buscaban una forma de presionar para que su proceso legal se agilizara en esta contingencia.
En comunicación con gran parte de los Centros de Detención Preventiva (CDP) los presos habían acordado hacer una huelga de hambre para persuadir a las autoridades de que se retomen las audiencias en los tribunales de la entidad insular, pero luego de un análisis los reos decidieron no hacer este tipo de huelgas porque la grave situación de salud de los detenidos haría que estos no la resistieran.
Los familiares de los privados de libertad aseguraron que su situación es muy complicada en estos momentos, porque muchos trabajan en la economía informal por lo que con la Cuarentena no están generando ingresos, y no pueden comprar alimentos como venían haciéndolo.
Además, ante las restricciones para surtir gasolina en Nueva Esparta el transporte público ha mermado, y quienes tienen vehículo propio requieren de un salvoconducto para poder echar combustible.
Explicaron que las condiciones sanitarias son aún más precarias en estos momentos, porque los ciclos de agua se han alargado hasta más de 30 días para cada municipio.
En los CDP neoespartanos existen privados de libertad con enfermedades infecto contagiosas: en el CDP Ciudad Cartón hay 6 presos con Tuberculosis, en Los Cocos (4), en San Juan (3), en La Asunción (5), en Pampatar (3), en el CICPC de Porlamar (6), en el CICPC de Punta de Piedras (2), y en la PNB (2).
También hay casos de casos de desnutrición, escabiosis, forúnculos, ictericia y hepatitis, entre otras afecciones.
Familiares y privados de libertad de Nueva Esparta hacen un llamado a las autoridades a agilizar lo antes posible el retardo procesal en todos los CDP y con esto disminuir el grave hacinamiento que hay en los calabozos insulares.
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