Entre los muchos males que tenemos en nuestro siniestro sistema penitenciario, el retardo procesal sigue siendo la principal causa para que miles de reclusos se mantengan por años esperando tras las rejas, ser procesados. Aproximadamente el 70% de las casi 100 mil personas que hay en Venezuela privadas de libertad, tanto en cárceles nacionales como en centros de detención preventiva, no han sido condenadas, son presuntamente inocentes.
Las audiencias postergadas son sólo un pequeño síntoma de un sistema de justicia corroído, que trata a los presos como una preciada mercancía donde cada uno de los actores que intervienen en los procesos de control ciudadano y de gerencia de la justicia antepone sus intereses económicos individuales a cualquier procedimiento de orden legal. Mientras más dantescas son las condiciones de vida de los presos y más lejanas se vislumbren la concreción de sus sentencias, mas se cotizan las opciones que ofrecen los mercaderes de la recuperación de la libertad a todo nivel.
Esta Ventana Informativa 14, la cual representa el primer boletín del 2019, lo dedicamos a indagar las particularidades del retardo procesal que pudimos observar durante el último mes del año pasado en algunos estados del país. El panorama es desolador para los familiares de los presos de menores recursos porque acceder a la justicia también se cotiza en dólares a la tarifa del mercado negro diario…Nos queda seguir explorando y motivar la denuncia para poder diagnosticar y entender cómo es el funcionamiento del engranaje de la justicia paralela en este país.
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