
Presentación
Una Ventana a la Libertad arrancó como una Organización de Derechos Humanos que decidió visibilizar la truculenta cotidianidad de los 33.000 internos que poblaban las cárceles venezolanas para 1997.Vimos que el retardo procesal no murió con el siglo XX. La visión prospectiva que teníamos a final de Siglo, en las postrimerías de nuestra fundación, en torno a la abolición del hacinamiento como potenciador de la violencia intracarcelaria se tornó en una carcajada frente al retraso procesal que convirtió a los calabozos policiales en unas especies de mini cárceles también. Así se triplicó la población de privados de libertad que hoy viven tanto en prisiones como en condiciones infrahumanas en todos los centros de detención preventiva en el país.
Muchos son los acontecimientos vinculados al mundo penitenciario que hemos podido observar, denunciar, aplaudir, repudiar e investigar durante estos XX años en el sistema penitenciario venezolano. Masacres, huelgas de sangre y los más truculentos pases de factura entre internos o ente funcionarios e internos, construcción de nuevos liderazgos y formas de sometimiento a los más débiles han generado nuevas expresiones truculentas de la condición humana que requieren ser estudiadas. También hemos visto crecer la esperanza que apuesta a la reinserción en actos de buena voluntad y de amor, en el nacimiento y en el trabajo creativo de otras organizaciones e iniciativas y en el ejemplo de personas que han renacido de sus cenizas.
En estas dos décadas hemos presenciado la reforma constitucional de 1999, la fusión durante el mandato de Hugo Chávez, del Ministerio de Justicia y el de Relaciones Interiores presentes hasta el final del gobierno del Dr. Rafael Caldera y sus subsiguientes reformas hasta la creación del Ministerio del Poder Popular para el Servicio Penitenciario en 2011. Nos hemos expresado claro y fuerte a lo largo de 15 cambios de ministros. Experimentamos la imposibilidad de acceder a información sobre la gestión penitenciaria que debería ser de uso público.
También pasamos de conocer las cárceles con supuesta corrupción, drogas, armas y rancho incluido de finales del siglo XX, a los penales con Restaurantes, panadería, servicio de manicura, tiendas para mascotas, drogas, motocicletas, discoteca, piscina, gimnasio, parque infantil, y un arsenal de armas a disposición, todo introducido por la puerta abierta de la supuesta corrupción también entre los funcionarios y los reclusos de lo que va de este siglo XXI.
Dentro de este complejo mundo, a pesar de los esfuerzos realizados para la implantación del nuevo Régimen Penitenciario que tiene como fundamento el trabajo, estudio y disciplina, además del establecimiento de controles para desarmar a la población interna, los familiares de los reos, denuncian las malas condiciones en que viven, sin agua, alimentos y hasta con supuestos maltratos ocasionados. En la antesala de pase a los penales, en los Centros de detención Preventiva, las denuncias de violación de los DDHH de los privados de libertad documentadas por UVL abundan.
En este contexto, dedicamos esta Ventana Informativa a dar una mirada sobre los 20 años de historia de Una Ventana a la Libertad… Esperamos que en este 2018 todas las denuncias realizadas, a favor de erradicar las condiciones inhumanas en las que viven los presos en los CDP a nivel nacional prosperen.
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