UVL | Portuguesa
Guanare.- Un grupo de familiares de presos recluidos en los calabozos de la Policía del Estado Portuguesa (PEP) denunció este miércoles 6 de octubre que el gobernador Rafael Calles excluyó a la población carcelaria de esa entidad del programa de vacunación contra la COVID-19.
María Eugenia Benítez, madre de uno de los presos de la comandancia de la PEP, en Guanare, precisó que a más de un año de la pandemia no se ha visto por los calabozos ni la fumigación con hipoclorito . “Nuestros presos están excluidos del plan sanitario contra el coronavirus, son víctimas de la discriminación”, señaló .
Patricia Martínez, madre de otro recluso, aseguró que pese a las exigencias no han logrado que Calles ni el Ministerio de Salud incluyan a los detenidos en una jornada. “Nos preocupa que mientras en el Ministerio para el Servicio Penitenciario vacuna en las cárceles , en los calabozos de Portuguesa discriminan, y eso no es justo”, dijo Martínez.
Las madres exigen la vacunación contra la COVID-19 para lograr que se reanuden las visitas en los distintos centros de detención preventiva de la entidad, suspendidas desde marzo de 2020. ” Tenemos derecho a ver a nuestros seres queridos. Allí en esos calabozos la vida es muy dura : no hay ni agua. Ese aislamiento es un forma de castigo y tortura, denunció Martínez a UVL.
El llamado es para el gobernador y la autoridad sanitaria para que procedan a vacunar a los presos porque queremos que se reanuden las visitas, plantearon las denunciantes.
Según el gobernador Rafael Calles, hasta el pasado 20 de septiembre Portuguesa logró alcanzar una cobertura de 305. 000 vacunados contra la COVID-19. Esa sería la mitad de la meta propuesta para la entidad, que requiere, según sus propios cálculos, al menos 700.000 vacunados para alcanzar la inmunidad de rebaño.
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