
Hace unos meses al entrar al Centro de Detención Preventiva (CDP) de la Policía Municipal de Mariño, ubicado en Nueva Esparta, se percibía un olor nauseabundo. Esa fetidez provenía del calabozo donde están hacinados los privados de libertad, pero los intensos olores desaparecieron desde que por iniciativa de la Alcaldía de Mariño y el cuerpo policial, se repararon las tuberías y colocaron los extractores.
UVL Estado Nueva Esparta
La Asunción. Es un cambio que no se puede palpar, pero que se siente y que hace un poco más agradable la estancia de los presos dentro de este calabozo. Es que en los CDP de la región insular se vienen dando cambios que demuestran que hay interés en velar por los derechos de los privados de libertad.
El director de la Policía de Mariño, Ángel Narváez relató que las tuberías estaban colapsadas, lo que hacía que el mal olor llegara hasta el área administrativa de la Policía. Aunque esta situación duró años, la Dirección de Infraestructura implementó un camión Vactor para el drenaje.
Desde entonces la fetidez se eliminó, pero además se implementaron cambios adicionales como la instalación de tres extractores que permiten sacar el calor y el olor de este calabozo. Aunado se instalaron dos ventiladores industriales que permiten que esta zona se mantenga más fresca y se mejoró el sistema de iluminación dentro del calabozo.
Narváez relata que no todos los cambios han venido desde la Alcaldía o Policía, sino que los mismos presos promovieron una colecta para pintar su área de reclusión. El director de este cuerpo de seguridad comentó que aunque no alcanzó el dinero para pintar toda el área, la Alcaldía completó para que pudieran hacerlo.
Uno de los cambios más trascendentales que hay en este CDP es que adquirieron un camión tipo cava, que fue adaptado para el traslado de los privados de libertad a los Tribunales y en caso de emergencia a un centro de salud.
Fundaciones que dan la mano a los reos de Nueva Esparta
A los CDP del estado Nueva Esparta también asisten fundaciones sin fines de lucro que buscan apoyar a los presos. Tal es el caso de la Fundación Los Hijos del Pueblo, la cual ofrece talleres de formación.
Lisgloris Campero, miembro de la Fundación Los Hijos del Pueblo, relató que esta iniciativa inició como parte del servicio comunitario que realizaba junto a unos compañeros en la Universidad de Oriente. En una visita a una base policial se dieron cuenta de todas las precariedades que vivían los presos en los calabozos de Margarita. Entre los talleres que han dictado en varias bases están valores sociales, autoestima y autoayuda.
“Los privados de libertad siempre sienten el rechazo de la sociedad. Esto los lleva a cometer delitos. Ellos se deben sentir importantes y saber que a pesar de todo pueden salir adelante”.
Nerbict Castillo es otro joven margariteño que a través de la Fundación Granitos de Amor y Esperanza ha llevado atención a las privadas de libertad del CDP de Los Robles. Relata que solo pudieron hacer una jornada a principios de este año, debido a las restricciones por el COVID-19.
A pesar de esto comenta que en la actividad llevaron la palabra de Dios a las detenidas, las cuales se mostraron muy receptivas. Entregaron un almuerzo, kits de aseo personal e insumos médicos, lo que los dejó realmente complacidos.
“Estas mujeres están pasando por un momento muy duro. Ese tiempo en ese calabozo es de transición, pero con la guía necesaria será una etapa superada”.
Garantizando el alimento y los servicios públicos
El director de la Policía Municipal de Maneiro, Jean Carlos Carry señaló que la alimentación de los privados de libertad era un tema que les preocupaba, ya que la mayoría no vienen de familias de recursos y otros son de otros estados. Ante esto solicitó a la Alcaldía de Maneiro apoyo con alimentos para que estuvieran mejor alimentados.
Carry indicó que: “Mensualmente les damos alimentos que nos provee la municipalidad y también algunas empresas privadas. Los privados de libertad tienen derecho a la alimentación y son humanos. Tenemos que buscar la forma de apoyarlos independientemente de lo que hayan hecho”.

Asimismo, dijo que a pesar de las largas esperas por el ciclo del agua en esta base policial el vital líquido no falla.
“Nosotros buscamos camiones cisternas y les administramos agua todos los días, para que se aseen y tengan limpio el calabozo. Hay que garantizarles las condiciones mínimas, a pesar de que esta base no está diseñada para tener presos tanto tiempo. Eso no es culpa de ellos”. El director de PoliManeiro también reseñó que buscaron vacunar a toda la población contra el COVID-19 y que están haciendo todos los trámites para que les pongan la tercera dosis en cuanto les corresponda.
La subdirectora del Instituto Autónomo de Policía de Nueva Esparta, Dolores Álvarez, reseñó que en los CDP coordinados por la policía regional también se han dado cambios positivos. En el CDP de Ciudad Cartón se realizaron trabajos eléctricos que permiten mejorar la iluminación dentro del calabozo y en las áreas externas. Asimismo, en febrero se repararon las tuberías para evitar que se desbordaran. También, se ha apoyado con alimentos de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) a los privados de libertad de varias bases.
Aunque en los Centros de Detención Preventiva de Nueva Esparta se están dando pequeños cambios para mejorar la situación y cuidar de los derechos humanos de los privados de libertad, aún queda mucho por hacer.
Lo positivo de estos avances es que familiares, funcionarios y sociedad civil están buscando no solo que la estancia de los presos en los calabozos mejore, sino que cuando salgan sean personas con mejor autoestima y con ganas de superarse.
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