
Tibisay Romero
Los pacientes que viven con el Virus de Inmunodeficiencia en Humanos (VIH) y se encuentran recluidos en distintos Centros de Detención Preventiva (CDP) en el estado Carabobo, están expuestos a enfermedades oportunistas, una de ellas, la COVID-19.
Hasta la última semana de febrero de 2022, no han aplicado la vacuna antiCOVID-19 en todos los CDP, según confirmaron varios familiares de los detenidos.
Aunque no existe completa claridad sobre el número de reclusos que tienen VIH, hay un monitoreo de la Fundación Manos Amigas por la Vida (Mavid) en el que contabilizan un promedio de 10 personas infectadas en el estado Carabobo.
La preocupación de familiares y defensores de derechos humanos se vincula a la falta de vacunación antiCOVID-19 en varios CDP, con lo cual estos pacientes quedan vulnerables también al coronavirus.
Asimismo, para una persona con VIH, que no ha tenido su tratamiento con antirretrovirales, la COVID-19 puede convertirse en un riesgo aún mayor.
“Además de hallar tratamiento para las secuelas del COVID-19, que incluye problemas cardíacos, renales, o del sistema nervioso central, ha sido difícil conseguir medicamentos para enfermedades oportunistas. Lo hemos estado planteando a las Naciones Unidas y al Ministerio de Salud, pero aún sin respuesta de este último ente”, indicó Eduardo Franco, presidente de la Fundación Mavid.
Franco comentó que en el caso de Carabobo han trabajado de la mano del Instituto Carabobeño de la Salud (Insalud) y han podido superar dificultades para darle tratamiento a quienes padecen de VIH en el estado, siempre que hayan sido diagnosticados.
El presidente de la Fundación Mavid dijo que los 10 privados de libertad en cuestión reciben tratamiento para el VIH; sin embargo, recalcó que tienen la sospecha que la cifra puede ser mayor a la conocida hasta ahora.
Precisamente, familiares de detenidos en algunos CDP en Valencia tienen la misma inquietud, solamente un examen podría confirmar o no la posibilidad de que vivan con VIH.
Un aspecto que preocupa es el traslado de los detenidos con esta condición a las consultas médicas, pues implica una movilización que no siempre se efectúa con la regularidad requerida, por lo que piden que se tome en cuenta esto y así, los pacientes con VIH detenidos reciban una atención digna y a tiempo.
Familiares han denunciado que lamentablemente, algunos pacientes, llegan a centros hospitalarios con complicaciones por enfermedades oportunistas como tuberculosis u otras infecciones y se agrava su condición de salud, especialmente por diagnóstico tardío.
Otros problemas de salud
Un grupo de familiares de detenidos en la sede de la Delegación Carabobo del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), ubicado en Plaza de Toros, Valencia, decidió protestar la mañana del martes 22 de febrero a las afueras del Palacio de Justicia de Carabobo para exigir celeridad en los juicios y garantías de salud para sus parientes.
María Grance, familiar de un privado de libertad en el referido recinto, comentó que desde hace un año y medio han iniciado lo que calificó como una lucha para que se visibilicen las peticiones de los detenidos, algunos de ellos incluso llevan ya entre dos y cinco años en el reclusorio, a pesar de tratarse de un Centro de Detención Preventiva (CDP).
Luego de la protesta, el grupo fue atendido por el Coordinador del Circuito de Violencia. “Fue muy diligente y que se iba a ocupar de lo que escribimos”, añadió Grance.
La urgencia de que se dé celeridad a los juicios obedece también a que un detenido fue diagnosticado en febrero con tuberculosis en el Cicpc de Plaza de Toros, Valencia.
Justamente la tuberculosis es una de las enfermedades oportunistas que deben evitar quienes padecen de VIH, y en especial aquellos que no reciben el tratamiento indicado por médicos.
También en una de las celdas del Cicpc de Plaza de Toros hay un detenido que sufre de cáncer y su condición de salud ha empeorado en las últimas semanas, incluso la enfermedad le impide caminar. Familiares han denunciado la situación sin que hasta la fecha haya sido resuelta. Se trata de José Ernesto Lasorsa que, según la evaluación médica, debe recibir pronto sesiones de quimioterapia.
“Nuestra preocupación es que haya cuidados a la salud de nuestros presos, sabemos que están en medio de juicio por delitos, pero eso no los hace menos seres humanos que otros. Son nuestra familia y los queremos”, expresó María Bautista a las afueras de un CDP en Valencia.
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