Pacientes con enfermedades crónicas no reciben tratamiento en calabozos de Altos Mirandinos

Pola Del Giudice | UVL Altos Mirandinos

Los Teques.- A Miguel le diagnosticaron diabetes tipo 2 en una jornada médica realizada en el mes de julio en la sede de Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) en Los Teques, capital del estado Miranda. Desde entonces no ha recibido tratamiento.

La región de Altos Mirandinos comprende los municipios Carrizal, Los Salías y Guaicaipuro, este último donde se ubica la capital del estado Miranda, con ocho centros de detención preventiva; siete de carácter civil y uno militar.

Los familiares de Miguel han tenido que ingeniárselas para mantenerlo en control y para la alimentación diaria que deben llevarle cada mañana. “Nos ha tocado madrugar, vender café en la calle y buscar de donde no tenemos para poder tenerle a diario una dieta que pueda mantener su estado de salud”, dijo Mirna Guevara, la madrina de Miguel.

Su familia vive en Las Tejerías y señalan que deben viajar a diario, de madrugada para llegar antes de las 8:00 am a la sede del Cicpc, ubicada en El Paso, Los Teques.  “Nos toca salir muy temprano, para llegar en el horario que debemos dejarle la comida”, dijo.

Destacó que no han podido mantener en control médico a Miguel ni monitorear el avance de la enfermedad. “No contamos con recursos y en el hospital no hay citas para atenderlos, mucho menos hay como trasladarlos”

Vacunación

Tras los monitoreos de las ONG y medios de comunicación se conoció que han recibido las jornadas de vacunación, con primera y segunda dosis de vacunas anti-COVID-19 hasta el mes de septiembre de 2021, pero los nuevos detenidos no han sido inmunizados.

280 detenidos en los ocho centros de detención preventiva en los Teques, municipio Guaicaipuro recibieron las dos dosis de la vacuna anti-COVID-19.

El personal de la Dirección Estadal de Salud, en compañía del Secretario de Asuntos Penitenciarios de Gobierno de Miranda, Yahir Muñoz, visitó la sede para atender a la población que se encuentra recluida en los calabozos.

Las jornadas se efectuaron en todas las Salas de Retención de la Policía de Miranda, para prevenir el contagio del personal administrativo, obrero y policial, también se efectuó la inmunización a quienes se mantienen en la primera línea de atención de los privados de libertad.

Durante el mes de septiembre y octubre de 2021 se atendieron los detenidos en la sala de custodia del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, Policía del municipio Guaicaipuro y la policía regional, donde se inmunizaron unos 200 privados de libertad.

ONG realizó jornada médica

Las jornadas de atención médica en los CDP del estado Miranda han sido realizadas por organizaciones no gubernamentales y otras asociaciones que han acudido a los calabozos policiales. En el mes de enero, se realizaron dos jornadas por parte del trabajo conjunto de Proyecto Once Trece y Una Ventana a la Libertad.

La delegación Municipal Santa Teresa del Tuy, al sur de Caracas, a una hora y media de camino desde la capital, recibió una jornada médica, donde fueron atendidos 26 privados de libertad, siendo diagnosticados con posibles síntomas de COVID-19.

Calabozos hacinados y sin medidas de bioseguridad

En el monitoreo de salud realizado en alianza entre Una Ventana a la Libertad y Proyecto Once Trece se ha detectado sintomatología del virus pandémico que han sido señalados por los detenidos a sus familiares, durante las entregas de comida que llevan a diario a los distintos calabozos.

Hasta en 300 % sobrepasa el hacinamiento en los calabozos. Esta situación impide mantener distanciamiento y mucho menos medidas de higiene ante la falta de agua y baños.

El miedo que reina en la población privada de libertad y sus familiares ante los efectos de la pandemia, aún se mantiene, cuando han transcurrido al menos 17 meses de cuarentena y sin visitas. En ninguno de los CDP hay servicio médico ni enfermeras que atiendan cualquier caso que se registre.

Estos centros tienen una capacidad estimada para albergar a 186 personas, de acuerdo a cifras extraoficiales, pero tienen una población de unos 322 privados de libertad, 308 hombres y 16 mujeres. Del total de privados de libertad 16 son menores de edad.

En los comandos policiales la capacidad es de 186 detenidos, menos de la mitad de los que se albergan en estas estructuras, ubicadas en la comandancia de la Policía del estado Miranda (Polimiranda), Policía del Municipio Guaicaipuro (Poliguaicaipuro), Policía del municipio Los Salias (Polisalias), Policía del municipio Carrizal (Policarrizal), Comando de zona 441 de la Guardia Nacional, sede de la Policía Nacional Bolivariana  y los calabozos del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), que alojan detenidos de la delegación estadal  Miranda y municipal Los Teques.

El hacinamiento es constante en los CDP de la subregión altomirandina, donde en cada uno de los centros la capacidad es sobrepasada por la cantidad de detenidos recluidos. La mayoría de ellos a la espera de cupo en los penales.

Los familiares han padecido la pandemia por las dificultades para llegar movilizarse a los CDP a llevar agua, comida y medicinas, muchas de ellas que no se permiten ingresar a los calabozos.

Entre los meses de septiembre, octubre y noviembre se constató la presencia de enfermedades virales, infecciosas, gastrointestinales entre los privados de libertad, aunado al hacinamiento que hace que los detenidos sean más vulnerables al contagio de cualquier enfermedad.

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