Por Anny Bermúdez Laclé
El Falconiano
La ONG Una Ventana por la Libertad, coordinada por Carlos Nieto, estuvo en Coro para orientar a los familiares de los privados de libertad sobre la defensa de los Derechos Humanos (DDHH).
El encuentro permitió que las personas conocieran cuáles son los derechos de los procesados, cómo proceder en caso de violaciones a los derechos humanos, dónde acudir para denunciar y la forma de hacerlo.
Nieto acotó que en la entidad hay problemas en los centros de detención preventiva debido al hacinamiento, retraso procesal, insalubridad y la ausencia de alimentos.
Explicó que las personas privadas de libertad no pueden estar en los centros de detención preventivos, sino que después de las 48 horas deberían estar en las cárceles. “Ahora tenemos dos tipos de presos, los que están bajo el sistema penitenciario tradicional, que administra el ministerio penitenciario, y los que están en las comisarías, que aunque estén a la orden de la policía, también son responsabilidad del ministerio pero no los toman en cuenta”.
Detalló que hay negligencia por parte del ministerio penitenciario, puesto que se ofreció a construir una cárcel en cada estado del país y a casi seis años de su creación no se ha construido la primera en el país.
Cifras de hacinamiento
El defensor de los DDHH sostuvo que las cifras de hacinamiento están en los 200%, tanto en los centros de detención preventiva como en las cárceles.
En ese aspecto agregó: “nosotros tenemos una población penitenciaria en toda Venezuela de aproximadamente 100.000 reclusos. 55.000 que están en las cárceles tradicionales y como 45.000 que están en estos centros de detención preventiva”.
Recalcó que en el país nunca se había registrado una cifra tan alta como la que tiene actualmente, pero además considera que están en condiciones “infrahumanas” puesto que no cuentan con ningún tipo de atención, ni respeto por los DDHH.
Recomendaciones
Para mejorar las condiciones de los presos, Nieto propone la construcción de nuevos recintos carcelarios, y que los comandos dejen de ser pequeñas cárceles ya que los policías no están preparados para cuidar presos y no les corresponde.
Foto: Noremí Castro
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