Nueva Esparta: Familiares de presos relatan complicaciones para llevar comida en la cuarentena

Hasta cuatro horas se tarda el familiar de un reo para tomar un autobús y llevarle comida a un Centro de Detención Preventiva (CDP) en la región insular

Equipo UVL Nueva Esparta

La cuarentana por la pandemia del COVID – 19 ha complicado las mecánicas de los privados de libertad y sus familiares en el estado Nueva Esparta. La entrega de alimentos es el tema que más preocupaciones causa ya que con las limitaciones en el transporte, en el surtido de combustible, el poco transporte público y la falta de dinero en efectivo han originado serias complicaciones para llevar comida a los presos.

María González, esposa de un privado de libertad en el CDP de Los Cocos, comentó que para conseguir un autobús desde el municipio Díaz hasta Porlamar tuvo que esperar más de cuatro horas. “Estar parada en el sol con la comida cruda y el agua que le llevamos es complicado, porque pesa mucho, el calor es agobiante y el temor de no llegar a tiempo te estresa demasiado. Lo hago porque es mi esposo y me duele que no coma nada”.

González relató que adquirir estos alimentos ha sido cuesta arriba, porque desde finales de marzo no tiene ningún tipo de ingresos. “Trabajo como buhonera y es imposible salir a vender en estos momentos. Gracias a Dios tengo algunos ahorros y los he estirado, pero no da para mucho”.

Por su parte, Luisa Rosas, quien tiene un hermano en el CDP de Ciudad Cartón, dijo que llegar tarde a la entrega de alimentos implica que le cobren 50 mil bolívares para ingresarla.

“Parece poco, pero es difícil conseguir plata. Yo le llevo comida cruda para que le dure varios días y me cuesta. Eso súmale los 50 mil bolívares para los pacos, además en cualquier momento hay que llevarles dos o tres dólares para hacer una colecta y comprar un camión cisterna. Es muy duro”.

SOLIDARIDAD

Un detenido del CICPC de Punta de Piedras, quien prefiere no identificarse para evitar represalias, relató que los presos están pasando un momento muy desagradable en esta cuarentena, pues no reciben comida como lo hacían antes por todas las limitaciones que existen.

Explicó que la solidaridad entre compañeros es la única salvación, por lo que comparten la poca comida que tienen con los que no tienen nada. “Tratamos de rendir las lentejas, si hay que echarle más agua, le echamos. Acompañamos con arroz o pasta. Cada quien pone algo para que todos podamos comer. Sabemos que hoy es mi compañero al que no le trajeron comida, pero mañana puedo ser yo”.

ÁNIMO

Los privados de libertad aseguran sentirse “secuestrados” durante esta cuarentena, aunque entienden los riesgos del Coronavirus para una población tan vulnerable.

“Mi única alegría es ver a mi familias una vez a la semana. Hace casi dos meses no los veo y es muy triste. Espero que esto pase rápido porque cuando estamos bajo estrés o tristeza empiezan a darse conflictos entre nosotros”, puntualizó un preso del CDP de Ciudad Cartón.

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