Equipo UVL Nueva Esparta
Familiares de los privados de libertad del Centro de Detención Preventiva (CDP) de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) en Porlamar, municipio Mariño del estado Nueva Esparta, reseñaron que sus allegados contagiados con COVID-19 dentro de los calabozos de este cuerpo policial no han recibido asistencia médica luego de que se les dejara de suministrar tratamiento contra el virus.
Aseguraron que desde que se les detectó la enfermedad el 25 de julio de este año recibieron hidrocloroquina como tratamiento, sumado a varias vitaminas para subir sus defensas, pero luego de varios test rápidos no se le ha vuelto a realizar exámenes médicos.
“Estamos agradecidos porque les dieron sus medicinas para tratar el coronavirus, por que los pudieron dejar morir, pero tienen que hacerle la evaluación completa. Sabemos que ese virus es muy fuerte y deja secuelas, sería bueno que los examinen a todos. En esos calabozos hay casos de tuberculosis y no sabemos cómo eso pueda afectarlos”, dijo la madre de un preso que prefirió no identificarse.
El pasado 25 de julio el protector de Nueva Esparta, Dante Rivas, anunció los primeros 36 casos de COVID-19 en privados de libertad en Nueva Esparta, estos correspondían a la CDP de la PNB en el sector Sabanamar de Porlamar.
Los familiares de los reos aseguraron que desde que el brote de coronavirus se dio en esta base policial las medidas de bioseguridad se han extremado y hasta la recepción de alimentos tiene un protocolo que se debe cumplir.
“Todo lo que ingresa a los calabozos es desinfectado con alcohol para evitar que se den más casos”, dijo la esposa de un privado.
Asimismo, afirmaron que aunque el brote fue en el calabozo II, pero presos de otras áreas presentaron sintomatología similar.
Se estima que en los seis calabozos del CDP de la PNB en Porlamar estén hacinados más de 90 privados de libertad.
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