Retén de El Marite avanzó un 45% durante un año

Por K González

Panorama

El retén  El Marite, ahora Centro de Reclusión Francisco Delgado,  está desolado. Un proceso de adecuación al cual se le estimó un mes, ya tiene 365 días con un avance de solo 45 %.

Los más de dos mil internos fueron trasladados hace un año, a diferentes a penitenciarías de Falcón, Carabobo, Lara, Táchira, Barinas, Trujillo, Aragua y Anzoátegui. El Gobierno regional entregó el recinto al Ministerio para Asuntos Penitenciarios.

La intervención se produjo después de un conato de motín. Bandas que operaban en el interior del retén lo utilizaban para ‘enfriar’ carros robados.

La ministra de Asuntos Penitenciarios, Iris Varela, en ese entonces aseguró que El Marite sería habilitado “bajo medidas estrictas con inhibidores de llamadas desde el interior del recinto, además de una exhaustiva revisión para evitar el ingreso de armas de fuego, pues habían encontrado fusiles, subametralladoras, armas cortas, escopetas, granadas fragmentarias, 3.800 cartuchos de diferentes municiones, cargadores y chalecos antibalas, todo esto en escondites creados por los reos”.

Los trabajos en el recinto continúan. Todos los días  los obreros  colocan un granito de arena para culminar la estructura y adecuación del centro, convertido ahora en  cárcel.  El secretario de Seguridad y Orden Público del estado Zulia. Biagio Parisi, aseguró que hay un avance del 45 % en los trabajos realizados.

El miércoles pasado, Parisi firmó en Caracas un acuerdo con el ministerio de Servicios Penitenciarios “para reactivar el trabajo de remodelación”.

“Poco a poco se va a lograr el objetivo de adecuar el recinto para trasladar de nuevo a los reclusos. Todavía falta, no podemos hablar de una fecha estimada para su reapertura. Lo importante es que se está trabajando. En el lugar hay que tumbar paredes y pisos para hacer instalaciones de aguas blancas y residuales, también de cableado”, explicó.

Los uniformados de la Guardia Nacional Bolivariana a quien se les asignó la tarea de  custodiar  la penitenciaria que fue  inaugurada  en 1988 (hace 28 años).

Los vecinos aseguran que con el desalojo  recuperaron la paz y la libertad que durante muchos años dejaron de apreciar, precisamente por la zozobra de vivir en los alrededores del retén.

En las cuatro barriadas que lo bordean se siente un poco de tranquilidad, comentan   vecinos de la zona. “Ese lugar era una locura. De madrugada  veías salir y entrar a los reclusos como si estuvieran en su casa. Ingresaban vehículos de extraña procedencia, se dice que eran robados, y a ellos los veías en las puertas con pistolas como si fueran parte de  los custodios”, sostuvo María Fernández, residente del barrio 12 de Marzo, desde hace 36 años.

Otro vecino de El Marite, Gustavo Inciarte, instó a las autoridades a considerar la posibilidad de reubicar el retén. “Esto es una zona residencial. Las balaceras que se formaban en ese lugar y los movimientos delictuales nos afectan a todos. Deberían reubicarlo en una zona de menor población”.

La ministra Iris Varela aseguró que los primeros en ser trasladados, cuando sea reinaugurado,  serán los que vienen de comandancias policiales, ya que estos no conocen los vicios dejados por la comunidad vieja y se adaptarán más fácil al nuevo sistema penitenciario.

La funcionaria sentenció, en abril de 2016, que con este proceso de adecuación “La historia de terror de El Marite llegó a su fin”. Los 28 años de operación que tuvo el Centro de Arrestos y Detenciones Preventivas darán un giro de 180 grados a un Centro Penitenciario.

Con este sistema los reclusos estarán sometidos a un régimen de educación cultural, disciplina, traslados a tribunales y servicios médicos.  Los reos disfrutarán de una  visita familiar y otra  marital. Además  de dos llamadas. Todo esto se administrará mensualmente considerando la población penitenciaria.

Fuentes del Ministerio de Servicios Penitenciarios dijeron, hace un mes, que la dotación para la vigilancia, control por video y sistema inhibidor de señal telefónica está lista. Falta culminar la adecuación física.

Mientras la restructuración del retén llega al 100 %, con instalaciones aptas  para aplicar el nuevo régimen penitenciario, los reclusos y familiares esperan por ser trasladados nuevamente para continuar el proceso de penalización correspondiente por el delito cometido.

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