Murió detenido de Polimiranda por tuberculosis

Un hombre diagnosticado con tuberculosis y que se hallaba privado de libertad en la Sala de Guarda y Custodia del Centro de Coordinación Policial Número 5 de la Policía del estado de Miranda, falleció en horas de la tarde de este martes 6 de junio, cuando era atendido en el hospital Doctor Luis Razetti, en Santa Lucía del Tuy.

El hecho fue confirmado por el director del organismo policial, comisario general Elisio Guzmán, quien informó que el privado de libertad presentó una complicación respiratoria que ameritó su traslado inmediato al referido centro de salud, donde falleció luego de su ingreso.

“Desde que le diagnosticaron la enfermedad, el pasado 27 de marzo del presente año, le dimos las condiciones especiales a José Luis Álvarez Higuera, de 31 años de edad, pese a la sobrepoblación de detenidos en nuestro organismo. En ese momento hicimos del conocimiento del caso a la Autoridades Penitenciarias para que le otorgaran su traslado a una cárcel”, dijo.

En este sentido detalló que había días en que Álvarez Higuera se estabilizaba y otros que empeoraba. “Tres veces a la semana era trasladado hasta un centro de salud para que los médicos le colocaran el tratamiento. Advertimos este desenlace final ante el Tribunal y Fiscalía correspondiente para ver si se evitaba y ahora ha fallecido un ser humano que el sistema no quiso reinsertar adecuadamente a la sociedad”, apuntó el jefe policial.

El comisario general también dio a conocer los esfuerzos que hacían ciertos funcionarios del CCP5 que costeaban parte de los medicamentos y la comida, pues los familiares del ahora occiso no contaban con los recursos económicos suficientes para ayudarlo como lo requería.

El detenido se encontraba tras las rejas desde el 27 de septiembre del año 2014, cuando fue capturado en un operativo en el cual los efectivos comprobaron que estaba solicitado por el Tribunal Cuarto de Control del área metropolitana.

La autoridad policial resaltó que con este caso suman dos muertes por tuberculosis en menos de un año. El primero en 2016, pocos días después que quedara en libertad el aprehendido. “Esta semana conocimos de otro recluido que padece esta enfermedad del hambre, en Charallave. Como corresponde, hemos realizado los trámites necesarios para evitar un trágico escenario o que otras personas se contagien. Consideramos que la muerte de un hombre recluido puede evitarse siempre que haya la disposición de las autoridades nacionales de realmente ayudar al detenido, sus familiares y a los cuerpos de seguridad”, enfatizó.

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