
Equipo UVL Zulia
Sus compañeros de celda lo envolvieron en sábanas desteñidas, lo cargaron hasta la avenida Andrés Bello del sector La Misión, en el municipio Cabimas de la Costa Oriental del estado Zulia, y lo acostaron sobre una camilla improvisada y una almohada marrón. Pedro Polanco ingresó hace un año y 10 meses al Centro de Arrestos y Detenciones Preventivas de Cabimas y murió, sin juicio, la madrugada del 16 de noviembre de 2020 en el área para funcionarios.

El cadáver permaneció varias horas en la vía pública, hasta que una comisión policial lo recogió. Los internos detallaron que era uno de los dos internos con tuberculosis que había en Planta Alta, cómo se conoce el espacio destinado para exfuncionarios policiales. No comentaron por qué delitos llegó al penal, pero enfatizaron que tuvieron semanas pidiendo su traslado al hospital o le otorgaran una medida humanitaria. Falleció antes de conseguir ese beneficio.

Polanco suma una deceso más a la veinte de internos que ha fallecido en 2020 por tuberculosis y otras complicaciones. Los reclusos han protestado en el techo, en la entrada del retén y en la calle. Hasta ahora no han logrado un despistaje masivo en los pabellones ni los medicamentos. «Han hecho jornadas médicas, sin entregar medicinas ni hacer exámenes. Solo médicos, todo lo demás debemos pagarlos nosotros», denunció un interno.
La Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) otorgó, en febrero de 2020, una medida de protección a favor de trabajadores, familiares y privados de libertad. El Gobierno nacional y local ha ignorado por completo esa medida y el gobernador Omar Prieto solo se ha declarado a favor del cierre del penal y en traslado de todos los internos a otros recintos.
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