Agua, azúcar y café. Solo eso han ingerido en las últimas horas los presos que están detenidos en la Policía del Municipio Ambrosio Plaza (Poliplaza) que está ubicada en Guarenas, estado Miranda, pues desde las 6 de la mañana de este lunes 3 de junio iniciaron una huelga de hambre para exigir traslados a centros penitenciarios.
Angélica Lugo, UVL / Gran Caracas
La madre de uno de los internos manifestó a Una Ventana a la Libertad que la población penitenciaria que está en ese centro de detención preventiva requiere traslados para cárceles de manera urgente: “En esas celdas no tienen las mínimas condiciones de reclusión. No tienen ni un baño apto. En los mismos calabozos tienen que hacer sus necesidades, bañarse y comer”.
En un video que fuentes policiales compartieron con UVL el director de Poliplaza, el Mayor de la Aviación Oscar Henriquez, explica que en esa policía se han gestionado los traslados de los reclusos a sus centros penitenciarios: “Cuando asumimos la gestión había 160 privados de libertad y en la actualidad hay 90 detenidos. Aquí hemos cumplido y se ha gestionado. Queremos decir que el fiscal superior y la fiscal de derechos fundamentales han decidido tomar el caso de los presos que están en huelga de hambre para apoyarlos y están gestionando sus traslados”, explicó el funcionario en la grabación.
Dos presos políticos con presos comunes
Una Ventana a la Libertad recibió la denuncia de los parientes de los hermanos Anthony Herrera, de 20 años de edad, y de Adán Herrera, de 18 años de edad. Ambos fueron apresados el 30 de abril por presuntamente haber participado en una marcha opositora que se realizó ese día en Guarenas. Sin embargo, sus parientes argumentan que ninguno de los dos asistieron a la manifestación.
“Ellos no estaban marchando y, si hubiesen marchado, tampoco hubiesen atentado contra nadie. A ellos los quieren tener presos por razones políticas. No tienen antecedentes penales, ni están involucrados en ningún delito. Pero sí comparten espacio con presos implicados en secuestros, homicidios y otros crímenes”, manifestó uno de los parientes de los hermanos Herrera.
Los familiares de Anthony Herrera advirtieron que él tiene una condición especial porque tiene retraso mental y, por ello, temen por su vida. Este joven de 20 años de edad trabaja en un ciber solo por medio día, mientras que su hermano estudia Criminalística y vende productos de limpieza para generar dinero.
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