
Equipo UVL Miranda
Los privados de libertad que se encuentran recluidos en los calabozos del Eje contra Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) de los Valles del Tuy, con sede en el sector El Cujial de Santa Teresa, se declararon en huelga de hambre para exigir celeridad procesal, según señalaron sus familiares.
José Aponte, padre de un menor de 16 años de edad detenido por el delito de homicidio, indicó a Una Ventana a la Libertad (UVL) que desde hace cinco días los internos decidieron iniciar este ayuno para llamar la atención de las autoridades.
«Nosotros estamos preocupados porque le hemos llevado papelón, azúcar y caramelos a nuestros parientes para que se mantengan, pero los funcionarios no los reciben. Solo nos aceptan el agua», indicó Aponte, quien acotó que en el lugar hay por lo menos 54 personas recluidas.
Detalló que previo a la cuarentena social decretada debido a la pandemia por coronavirus, muchos de los presos estaban esperando ser llevados a tribunales para continuar con su proceso legal y otros aguardaban por el traslado a una cárcel, tras ser condenados.
«A mi hijo lo sentenciaron a dos años de prisión y desde hace cinco meses está a la espera de que lo trasladen al Servicio de Protección Integral del Niño, Niña y Adolescente del estado Miranda (Sepinami),», acotó.
Aponte denunció además que en este Centro de Detención Preventiva (CDP) los adultos están recluidos junto a los menores de edad, hay hacinamiento, así como presos enfermos, principamente con tuberculosis. «Estos casos merecen atención, sobre todo en estos momentos cuando un virus está matando a tanta gente y se deben extremar las medidas sanitarias», añadió.
Aponte hizo un exhorto a las autoridades judiciales y penitenciarias para que les den celeridad a los juicios, así como a los traslados, los cuales se han demorado aún más a raíz de la cuarentena decretada por el Gobierno nacional
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