Equipo UVL Miranda
Valles del Tuy .- Con el rostro cubierto de lágrimas. Así se alejó Mariana de la entrada de la cárcel Yare I, en el municipio Simón Bolívar de los Valles del Tuy, este sábado 5 de febrero. Mientras la mujer caminaba hacia la parada de transporte público, su hijo iba a bordo de uno de los seis autobuses que trasladó a 150 presos a la cárcel El Rodeo en Guatire, estado Miranda.
Mariana levantó la mano para saludar a su muchacho y le lanzó un beso. El joven, desde la unidad, hizo lo mismo. “Esto es un dolor muy grande. Tener un hijo preso te desgarra el alma. Mi hijo cometió un delito, participó en un robo, pero es mi hijo y yo lo quiero”, dijo la mujer al equipo de Una Ventana a la Libertad (UVL).
El hijo de Mariana tiene 25 años de edad y dos años detrás de los barrotes. Ella no maneja mayor información sobre su traslado. Solo sabe que su nombre reposa en una de las listas colocadas a las puertas del penal con la identificación de los privados de libertad que están siendo llevados a otras cárceles del país.
“Lo que hemos escuchado es que van a desalojar el penal para acondicionar toda la infraestructura. Según nos dijeron, los presos se estaban portando mal”, dijo Mariana a UVL.
A la mujer le preocupa cómo hará ahora para visitar a su hijo. Ella vive en la ciudad de Santa Teresa, en los Valles del Tuy, y su descendiente, por ahora, permanecerá en la cárcel de Guatire. Ambas ciudades están separadas por una distancia de 107,7 kilómetros, que se recorren, en carro y sin tráfico, en una hora y media aproximadamente.
“A veces, estando tan cerca, se me dificultaba venir hasta aquí, porque hay que tener dinero para el transporte y para la comida. Imagínese ahora que mi hijo estará más lejos. Esto es un sufrimiento para mí. Yo hubiese querido que me lo dejaran en Yare II o Yare III”, señaló.
Familiares de presos que permanecen en el penal Yare I informaron a UVL que desde el jueves 3 de febrero están trasladando a los reclusosa la cárcel de Tocuyito en el estado Carabobo, Yare II, Yare III, El Rodeo II y III en Guatire, estado Miranda.
Aunque las autoridades no han dado una versión oficial, se maneja la información de que el Gobierno aspira acondicionar este recinto carcelario para que funcione bajo la modalidad del nuevo régimen penitenciario, el cual establece que los presos reciban capacitación laboral, participen en actividades de grupo supervisadas, utilicen uniformes y no estén armados.
Una fuente informó a UVL que tratan de negociar con los líderes de la cárcel (pranes) para que entreguen las armas, en el marco de una negociación pacífica.
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