** Restricciones vehiculares en Los Teques han dificultado a los familiares llegar a los CDP a llevarle los alimentos a los detenidos.
Equipo UVL Miranda
LOS TEQUES.- María Parra, es madre de un joven detenido en los calabozos de la sede de la Subdelegación Municipal Los Teques del Cuerpo de Investigaciones Científicas, penales y criminalísticas (Cicpc), a diario debe caminar unos cinco kilómetros para llegar a la sede policial a dejarle comida a su hijo, porque el horario para la entrega es hasta las 7 am.
Residenciada en el sector El Pardillal, en los limites de Miranda y Aragua, señala que no consigue medio de transporte para llegar hasta la ciudad de Los Teques. “Me toca pedir cola a un vecino que siempre le toca llegar temprano a la ciudad porque sino debo caminar cinco kilómetros desde la entrada de donde vio hasta el terminal de Los Teques”, dijo.
Reató que luego en la capital mirandina debe esperar al menos 30 minutos a que comiencen elaborar las unidades. “Ruego siempre a dios llegar antes de las siete de la mañana al Cicpc, porque hasta esa hora nos aceptan la comida”.
Desde que se inició la cuarentena e suspendieron las visitas en los centros de detención preventiva a nivel nacional, como parte de la estrategias para frenar el contagio del COVID-19, esas mismas estrategias han obligado a autoridades a restringir la circulación en Los Teques como parte de la cuarentena estricta. Estas restricciones han dificultado a los familiares llegar a los CDP a llevarle los alimentos a los detenidos.
Autoridades de los cuerpos de seguridad policiales y militares han restringido el acceso de alimentos a una sola vez al día. “Debo llevarle a diario las tres comidas en la mañana, y a veces debo cocinar desde la madrugada”, dijo Parra.
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