
De acuerdo al testimonio de los familiares del Centro Detención Preventiva (CDP) de la Policía Estadal durante la cuarentena ha resultado una misión imposible alimentar a los privados de libertad por el alto costo de los alimentos, pasajes y efectivo
Equipo de UVL en Apure
En promedio la familia de un privado de libertad en el estado Apure debe gastar alrededor de 800.000 bolívares soberanos al día en alimentación, lo que representa 24.000.000 de bolívares al mes.
Ante esta realidad, los familiares de los recluidos en el Centro de Detención Preventiva de la Policía del estado Apure aseguran que solo pueden garantizar una sola comida al día a los privados de libertad, debido al alto costo de los alimentos y del pasaje.
Las esposas y madres de los apresados en el CDP en Apure expresan que a diario viven un eterno dilema, comprar comida o pagar el pasaje, llevar o no los alimentos, desde sus casas hasta este recinto por los gastos que esto implica.
Este problema se genera porque los familiares carecen de los recursos financieros necesarios para costear traslados y adquirir los alimentos necesarios para que los detenidos cumplan una dieta balanceada durante esta cuarentena.
Tal es el caso de Yenny Jaramillo, habitante del sector Corazón de mi Patria, municipio Biruaca en estado Apure quien revela que durante estos últimos cuatro meses de la detención injusta de su esposo de 23 años de edad, acusado de robo simple, ha dejado de comer para traerle comida y se le ha hecho difícil conseguir efectivo, solo le alcanza para llevarle harinas y, en ocasiones proteínas.
“Solo puedo venir cuando consigo efectivo, vivo muy lejos de la comandancia. A veces tengo comida para llevarle pero no posee billetes para pagar el traslado. Esta es una experiencia que no quiero volver a vivir, es muy difícil garantizarle a mi pareja las tres comidas al día”, dijo.
Igualmente Neudys Vargas, moradora de la urbanización Santa Rufina, municipio Biruaca en el estado Apure expresa que desde el mes de febrero de este año su familia ha logrado llevar comida a su hijo, todos los días, porque cuenta con el apoyo del padre del detenido.
“Dos familias nos encargamos de la manutención de nuestro hijo. Gastamos 800.000 bolívares al día en la compra de comida”, dijo.
Alto costo de los pasaje y restricciones de la cuarentena afectan la entrega de alimentos
Las carreras cortas tienen un costo de 300.000 bolívares a 450.000 bolívares mientras que el servicio de mototaxistas es más económico, va desde 150.000 hasta 300.000 bolívares, dependiendo la distancia.
Vargas da a conocer además que en ocasiones, se ha visto en la necesidad de caminar desde su casa hasta el CDP, aproximadamente 10 kilómetros, para llevarle a su hijo, bien sea una arepa con queso en el desayuno o un almuerzo completo con carbohidratos y proteína, o dos panes salados para la cena.
Durante los últimos meses, el servicio de autobuses ha trabajado durante un horario restringido, motivado a la cuarentena y la falta de gasolina reportada en todo el país, luego de la llegada del COVID-19.
En el trascurso del confinamiento en Apure, la espera de los familiares de los privados de libertad se ha tornado interminable porque las madres de familia y esposas, así como integrantes de la familia, para disfrutar de este importante servicio deben esperar, bajo el sol inclemente, más de una hora en las paradas existentes en los distintos puntos del estado Apure
Privados de libertad se reinventan para canjear alimentos por bolsos
Por la difícil situación que atraviesa el país, los parientes de los privados de libertad apoyan el desarrollo de emprendimientos dentro de los CDP de la Policía del estado Apure.
Tal es el caso de la Policía del estado Apure, donde los detenidos realizan bolsos elaborados que luego cambian por comida.
Ismary Cardoza, habitante de San Juan de Payara, municipio Pedro Camejo cuenta que gracias a este emprendimiento de elaborar bolsos con billetes en desuso, le permite a su tío canjear cuatro bolsos por comida, a la semana. “Es la única manera de sobrevivir”, dijo.
Cardoza visita a su tío desde hace año y medio todos los martes para llevarle, arroz, pasta, queso, un kilo de babo o de carne cruda, luego del canje.
Afortunadamente, el mencionado privado de libertad, cuenta con el servicio de cocina eléctrica que le permite mayor comodidad a la hora de preparar los alimentos en medio de este difícil contexto.
Dejar una contestacion