Manuel fue obligado a firmar documento pidiendo regresar a la cárcel sin recibir tratamiento

Maturín.- Las irregularidades siguen apareciendo en el caso de Manuel Alejandro Mago Coraspe (41), el recluso que murió el 24 de abril en Maturín, estado Monagas, y que era conocido por confesar que comió roedores para mitigar el hambre dentro de la cárcel de Vista Hermosa, en el estado Bolívar.

La familia afirma que Manuel Alejandro fue obligado a firmar un documento en el Hospital Ruiz y Páez, de Ciudad Bolívar, en el que supuestamente decía que no quería seguir recibiendo tratamiento médico y que deseaba regresar a la cárcel para recuperarse allá.

En el centro de salud también se le habría presionado para que desminitiera su modo de alimentarse, algo que también ocurrió cuando llegó a Vista Hermosa, según agregan los allegados. De hecho, la familia había denunciado que Mago Coraspe fue agredido en el recinto carcelario y que por ello fue llevado nuevamente al hospital.

Los médicos que lo atendieron en su reingreso al centro asistencial explicaron a los parientes que tenía hemorragias internas causadas por golpes. Tras esa recuperación, se ordenó su traslado desde Vista Hermosa hasta el Centro Penitenciario de Oriente, conocido como cárcel de La Pica, donde falleció el pasado 24 de abril esperando que fuera ejecutada la medida de casa por cárcel concedida por el Juzgado de Primera Instancia de Cumaná, donde fue procesado.

El 12 de marzo, el Juzgado aceptó la solicitud de la defensa de sustituir el lugar de reclusión de Mago «en virtud de que las condiciones físicas del establecimiento penal donde está recluido no cumplen con las condiciones físicas de hospitalidad», refiere el documento judicial.

Para que la medida fuese ejecutada, esperaban tener una nueva dirección de vivienda en lugar de la establecida en la audiencia, que era  la calle 11, sector 11 de Brasil en Cumaná, estado Sucre.

Este jueves, la familia acudió a retirar el cadáver en la morgue del Hospital Manuel Núñez Tovar y en vista de que han pasado tres días de su deceso, decidieron sepultarlo en el Cementerio municipal de Maturín este 27 de abril.  Entre los trámites que debieron hacer los hermanos está la búsqueda de un documento en el Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (Saime), pues no tenía cédula de identidad.

Por Jesymar Añez Nava, Equipo UVL – Monagas

Foto: 1: El 6 de abril, Mago fue llevado al hospital de Maturín porque se sintió mal | Foto: El Periódico de Monagas

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