
Equipo de UVAL en el estado Apure
Durante una visita realizada por el equipo de Una Ventana a la Libertad (UVAL), a la sede del Centro de Detención Preventiva (CDP) de la Policía del estado Apure, Carmen Macías, madre de un privado de libertad por robo agravado a la nación, relata que para poder llevar comida a su hijo, durante varios días de la semana, se traslada caminando desde su casa, ubicada en la calle Negro Primero, hasta la sede del CDP, situada en la avenida intercomunal San Fernando-Biruaca.
Esta madre de familia, comenta que para cumplir con esta actividad prioritaria para su hijo debe recorrer más de seis kilómetros. Lamenta el delicado estado de salud de su hijo quien asegura ha bajado de peso de forma rápida, ante las enfermedades que padece y las malas condiciones alimenticias existentes en este recinto carcelario.
Macías se queja de la falta de efectivo, necesario para pagar los pasajes, desde su casa hasta la sede del CDP. “Le traigo desayuno y almuerzo de una vez, me vengo a pie, desde mi casa hasta acá, porque no consigo ruta, no tengo efectivo para pagar la ruta, por lo cual me tengo que venir a pie, esto da ganas de llorar”, apunta.
La madre del recluso cuenta que no ha visto a su hijo, desde el mes de noviembre del año pasado, hasta la fecha, debido a la suspensión de visitas en este CDP por la pandemia del COVID-19,
“Cargo un dolor porque no uno, no sabe ni cómo está, uno quisiera saber cómo está, yo era gordísima, mira cómo estoy flaquitica en el hueso, he bajado como 20 kilos ante esta angustia de no verlo y poder saber cómo está”, dijo. ,
La entrevistada califica como desagradable esta experiencia vivida por su familia, por lo espera con fe, que su hijo salga en libertad, lo más pronto posible, luego de tres años de cárcel y pese a la condena 16 años de prisión, impuesta a su hijo, por el tribunal del estado Apure.
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