Las boletas de excarcelación, a veces, duermen en los expedientes

Juan Carlos fue excarcelado ocho días después de llegar su boleta de excarcelación al penal l Foto Archivo

Aunque el titular de un tribunal firme la orden de libertad, el preso puede demorar días en salir.El abogado José Luis Azuaje, exdirector de Derechos Fundamentales del Ministerio Público (MP), asegura que es común recibir este tipo de denuncias en las fiscalías

Equipo UVL Miranda

Valles del Tuy. Juan Carlos esperó ocho días para ser liberado, después  de llegar su boleta de excarcelación. El interno estaba recluido en el Centro Penitenciario Yare II, en el municipio Simón Bolívar de los Valles del Tuy, estado Miranda. A dos meses de salir de la cárcel, aún desconoce por qué las autoridades demoraron tanto tiempo en concederle la libertad.

“Son muchas las irregularidades que ocurren en este penal. Afortunadamente ya estoy afuera”, aseguró Juan Carlos, mientras conversaba con el equipo de Una Ventana a la Libertad (UVL).

Juan Carlos recibió un beneficio, luego de pagar dos años menos de la pena que le habían dictado. Había sido condenado a ocho años de cárcel por el delito de robo agravado de vehículo y extorsión.

En el tribunal un funcionario avisó a sus parientes que su boleta de salida estaba lista. Lo mismo le confirmó un vocero del centro penal; sin embargo, fue una semana después cuando pisó la calle. El joven, de 32 años, quedó bajo presentación.  

De su estadía en Yare II contó que había un compromiso, “una palabra”, entre los privados de libertad y los directivos del penal. “Entre los reclusos se realiza una colecta semanal de 1$ por interno. Ese dinero se utiliza para la compra de agua, el transporte de familiares y arreglos de la infraestructura”, señaló a UVL y agregó que la comida que les dan en este penal es insuficiente.

Demoró menos

Ángel Miguel tuvo una experiencia similar a la de Juan Carlos. Él estaba en un calabozo policial en los Valles del Tuy y fue excarcelado dos días después que la juez firmó su boleta. La demora se debió a dificultades para trasladar el documento hasta el centro de detención preventiva donde estaba recluido. 

Un funcionario policial consultado, que pidió mantener su nombre en reserva, señaló que en los centros de detención preventiva de los Valles del Tuy les dan cumplimiento de inmediato a las boletas de excarcelación y aseguró que los procesos penales avanzan con mayor celeridad desde que se instaló la Comisión Presidencial para la Reforma Judicial.

“A veces los privados son trasladados a las audiencias y allí mismo les dan la libertad. En las cárceles es diferente porque deben esperar que llegue la boleta y, posteriormente, que el Ministerio del Servicio Penitenciario autorice la salida. Para que eso suceda pueden pasar semanas”, señaló a UVL el 9 de junio.

Delitos que no prescriben

El abogado José Luis Azuaje, exdirector de Derechos Fundamentales del Ministerio Público (MP), aseguró que es común atender denuncias en la fiscalía sobre la demora para conceder libertades una vez que está otorgada por un tribunal.  

Indicó que durante el tiempo que estuvo en el Ministerio Público recibió queja de familiares al respecto y acotó que esto sucede con recurrencia cuando se trata de presos políticos. En un año, según dijo, llegó a contabilizar unas 10 denuncias.  

“Muchas veces los alguaciles llevaban las boletas de excarcelaciones a un organismo de seguridad que prefiero no mencionar, pero los funcionarios no las recibían. A pesar de eso, los jueces de las causas nunca se apersonaron para ver qué estaba ocurriendo. Allí es cuando interveníamos nosotros para abrir una averiguación por privación ilegítima de libertad. Sin embargo, luego el caso no procedía, porque, al no recibir los funcionarios la orden del tribunal, no había privación ilegítima, o sea, todo era una estrategia. Entonces las boletas de excarcelación dormían en los expedientes. Los jueces, por miedo a perder su cargo, no ejecutaban su decisión”, contó el profesional del derecho a UVL, el 10 de junio. 

En opinión del abogado estos hechos representan una negación absoluta del estado de derecho, en contra de uno de los bienes jurídicos más preciado que tiene el ser humano, como es la libertad, aparte de la vida.

“Hubo otro caso de un preso político donde no se tomó en cuenta la boleta de excarcelación y la juez, lejos de hacer algo, cerró el tribunal por dos meses para que los abogados no introdujeran ningún tipo de amparo constitucional. Los abogados fueron a otras instancias, pero nadie les prestó atención. En estos casos la política puede más que la justicia”, añadió.

Azuaje mencionó que todos los casos que recibió en la fiscalía están debidamente fundamentados y pueden ser enviados a instancias internacionales, porque se violan los Derechos Humanos y estos delitos no prescriben. “En cualquier momento se puede hacer justicia”, agregó.

  • Los nombres de los privados de libertad fueron cambiados para evitar represalias en su contra.

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