Privado de libertad recluido en “Pata ‘e Palo” fallece luego de sufrir tuberculosis e insuficiencia renal
Los últimos tres meses de vida de Omar Eduardo Tovar los vivía entre atenciones en el hospital central Antonio María Pineda de Barquisimeto y el Centro de Detención Preventiva (CDP) “Pata ‘e Palo” de la Policía Nacional Bolivariana (PNB). Pero este privado de libertad de 61 años desde el 10 de enero se complicó gravemente hasta que el 20 de febrero murió.
Según reporte policial en el centro de salud, a Tovar lo trasladaron gravemente para que recibiera atención médica inmediata pero tanta era su complicación que falleció en el camino.
Este hombre estaba recluido en “Pata ‘e Palo” desde marzo de 2020 por estar involucrado en el crimen de un compañero de habitación que tenía en el hotel La Escalera, ubicado en la calle 38, entre avenida 20 y carrera 21 de Barquisimeto.
Según se pudo conocer, Tovar estaba sufriendo de ambas enfermedades desde diciembre de 2020 y sus compañeros de celda iniciaron labores de recolección de dinero a través de sus familiares para ayudar al hombre porque, supuestamente, no tenía familia en el estado Lara.
Desde enero, los funcionarios policiales de “Pata ‘e Palo” comenzaron a trasladarlo hasta el Antonio María Pineda para que lo atendieran. De hecho, Una Ventana a la Libertad (UVL) logró reseñar una de esas atenciones que recibió en Emergencias el pasado 11 de enero. En esa oportunidad, según información que aportó el funcionario que realizó el traslado, el privado de libertad necesitaba valoración médica y física por presentar insuficiencia respiratoria.
UVL supo que en esta etapa delicada de Tovar, los funcionarios de la estación policial decidieron sacar al hombre de la cela y que se ubicara en un pasillo del CDP donde dormía en una colchoneta y en condiciones precarias. El reo tenía las manos y piernas muy hinchadas.
Al transcurrir 48 horas de su fallecimiento y estando su cuerpo en la morgue del hospital central que no era reclamado por familiares, los funcionarios de la PNB procedieron a realizar su entierro en el Cementerio Municipal de Barquisimeto gracias a las gestiones que hicieron en la fiscalía número 13 del Ministerio Público, la Funeraria Nuevo Renacer y la urna que fue gestionada en la casa de los abuelos adscrita a la alcaldía del municipio Iribarren.
Además de la acusación de homicidio que tenía Tovar, tenía un registro judicial de sobreseimiento por los delitos Contra las Buenas Costumbres y el Buen Orden de las Familias, como lo es actos lascivos.
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