Escasez de gas doméstico para la preparación de alimentos en los penales de Barquisimeto se une a la crítica situación de desnutrición y enfermedades respiratorias
Equipo UVL Lara
En la Comunidad Penitenciaria Fénix y en el Centro Penitenciario David Viloria, mejor conocido como Uribana, se acabó el gas domestico con el que preparan comida para personal, funcionarios y privados de libertad y la situación es tan crítica que Guardias Nacionales Bolivarianos (GNB) y custodios del Ministerio de Servicios Penitenciarios usan a los reos para colectar leña en las áreas alrededor de los penales que se ubican al norte de Barquisimeto, estado Lara.
La escasez del gas en los recintos carcelarios se evidenció en un video que registró Una Ventana a la Libertad (UVL), fotografías cedidas por los familiares de presos y testimonios recabados donde se evidencia a privados de libertad colectando leña en carretillas pequeñas, grandes, con sus manos y hombros fuera de Fénix y Uribana. La recolecta de palos, ramas y troncos de madera la hacen los presidiarios por las áreas cercanas a los penales, específicamente por el sector Valles de Uribana donde predomina la vegetación seca y xerófila.
En uno de los registros audiovisuales que hizo UVL se ve como en plena entrada de Fénix van 7 privados de libertad vestidos de amarillo empujando una carreta de apenas dos ruedas, sin cauchos y elaborada de forma rústica. Dos reos halando por la parte de enfrente mientras que los otros 5 empujaban con la mayor fuerza posible por la parte trasera para ingresar la gran cantidad de leña que cargaba. A las 8 de la mañana, ingresaban al penal bajo las órdenes de cuatro GNB y dos custodios que cada vez que podían les gritaban “apúrense, muévanse”.
La crisis de servicios públicos en ambas cárceles del estado Lara no es nueva. Desde hace más de 10 años en Uribana las quejas de familiares y presos por la escasez de agua potable por tubería han sido innumerables y luego de la apertura de Fénix, en octubre de 2013, la situación no ha cambiado para bien y ahora se suma la ausencia del suministro de gas que afecta a casi 6 mil privados de libertad que están recluidos en ambos recintos.
“Parece la imagen que sale en los libros de historia cuando hablan de esclavitud. Los esclavos trabajando y atrás de ellos van los verdugos con sus pistolas”, fue lo que expresó Pastora Albarrán Rincón mientras estaba sentada frente a Fénix y ve cómo los privados de este penal llevan la carreta cargada de leña para cocinar dentro de la cárcel, pues desde hace mínimo 4 meses no hay servicio por bombonas según indica la mujer.
Pastora, acompañada de otro grupo de familiares de reos, ve la escena casi que con cierto asombro por la cantidad de carga que empujan los presos. La mujer indica que en las últimas visitas que hizo al penal para llevarle el paquete a su hijo privado de libertad, el pasado 10 y domingo 30 de agosto, ha visto cómo los GNB y custodios del Ministerio de Servicios Penitenciarios usan a los reos de “esclavos para meterlos en las zonas cercanas a los penales y cortar palos, ramas y árboles secos porque adentro de las cárceles no hay gas y todo lo que se cocina es a leña. Es impresionante cómo esta gente del gobierno viola los derechos humanos”, detalló la dama.
“Los presos que usan para cargar leña son los que se encuentran en el área de régimen de confianza. Eso lo hacen para la cocina del personal de la cárcel y lo que queda, para los presos. Ponen a empujar a esos presos que están raquíticos y eso es peligroso”, explicó Freddy González, hombre que es de Acarigua, Portuguesa y tiene a su hijo en la comunidad penitenciaria desde que fue desalojado el Centro Penitenciario de Los Llanos (Cepella) tras la masacre ocurrida en mayo.
En la cárcel de Uribana, que se ubica a lado de Fénix, la situación no es diferente porque también los familiares de presos lograron ver cómo 4 privados de libertad cargaban leña en brazos, hombros y una carrucha. La labor que hacen estos presidiarios sirve también para el anexo femenino, conocido como “Rodeíto”, que es una edificación que está fuera de los grandes muros del penal.
“En el anexo femenino se puede ver el rastro negro que dejan los fogones porque desde hace mucho están cocinando a leña”, soltó otra dama que no quiso identificarse cuando hacía referencia a cómo la escasez de gas se visualiza en los calabozos.
Los familiares indican que si los presos están cocinando a leña, las enfermedades respiratorias en los penales aumentarán y serán más letales pues en lo que va de 2020, al menos, 33 privados de libertad han fallecido por desnutrición y enfermedades respiratorias tanto en Fénix como en Uribana.
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