Privados de libertad son usados para cortar monte, limpiar pasillos de celdas y accesos principales de los centros penitenciarios porque se realizaría visita de los enviados de la Alta Comisión de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
UVL Lara
Ante una posible visita de los enviados de la Alta Comisión de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) a los centros de detención de Lara, arreglos de última hora le hacen los mismos privados de libertad. Así se ha logrado observar desde el jueves 14 de marzo en horas de la tarde.
“Lo que buscan es tapar todo lo que sucede dentro de las cárceles de Lara”, fue lo que comentó una familiar de un preso haciendo referencia a los “arreglitos” que hacen en el Centro Penitenciario David Viloria y Comunidad Penitenciaria Fénix, que se ubican al norte de Barquisimeto, “desde hace semana y media” según la consultada.
Con su uniforme amarrillo, envases de agua, cepillos y trapos un grupo de privados de libertad limpia los pasillos de ambos penales según se puede observar fotografías que hicieron llegar a los medios de comunicación. Zonas como lo son las celdas, accesos principales a las cárceles y áreas verdes o patios también son aseados hasta con máquinas payloader.
Se pudo conocer a través de fuentes internas de ambos penales y de familiares de presos que entre los trabajos que habrían realizado en David Viloria está la limpieza de todo la cocina y del terraplén que está en la entrada del lugar.
Además, la directiva de Uribana también habría comprado ollas y pipotes nuevos, pues los viejos serían supuestamente los focos de contagio de los privados de libertad con enfermedades estomacales, hepatitis y tuberculosis. Otro cambio es el de la calidad de la comida, pues ahora les dan papas “gourmet”.
“Desde hace más de una semana en los penales están realizando trabajos apurados de última hora para que la visita se lleve una buena impresión” aseguró un informante sobre el objetivo de estos arreglos en los centros penitenciarios.
Cabe recordar que, desde 2017, familiares de reclusos han reiterado numerosas ocasiones las condiciones paupérrimas en las que estos viven, pues no poseen servicios públicos óptimos o una alimentación regular, pues esta depende exclusivamente de los familiares.
También tienen que enfrentar con las muertes tras las rejas (tanto en penales como en centros de reclusión preventivos) causadas por enfermedades infecciosas que, en lo que va de 2019, se han cobrado la vida de 17 presos distribuidos entre Centro Penitenciario David Viloria “Uribana” (9), Centro Penitenciario Fénix (5), en el Cicpc (2) y GNB (1).
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