
La Dirección Nacional Antidrogas de la Policía Nacional Bolivariana queda en un edificio creado y diseñado para el Velódromo de Barquisimeto
En el año 2001, Lara fue la sede de los Juegos Nacionales Deportivos el evento deportivo más importante de los deportistas que cumplen el ciclo olímpico en Venezuela. Para ese entonces muchas instalaciones recibieron inversión para las mejoras de sus recintos incluido la construcción de edificaciones acordes a estándares internacionales.
Uno de los lugares que fue mejorado y adecuado para albergar eventos nacionales e internacionales fue el velódromo Héctor Alvarado que se ubica al oeste de la capital larense, específicamente en la avenida Corpahuaico a un lado del estadio del equipo de béisbol profesional Cardenales de Lara y frente a la Universidad Experimental Politécnica Antonio José de Sucre (Unexpo). Y es que precisamente en esa arteria vial, a lo largo y ancho, reina el deporte porque a pocos metros de la casa del ciclismo crepuscular se ubica el gimnasio Napoleón Rodríguez, el de boxeo Omar Catarí y el complejo deportivo Fortunato Orellana.
Además de la refracción y reacondicionamiento de la pista de ciclismo, para el 2001 al velódromo se le fue construido un edificio de tres pisos que albergaría las oficinas administrativas de la Asociación de Ciclismo del estado Lara además de que sería una sede para recibir a las autoridades de la selección venezolana de la especialidad, jueces de competencia entre otros usos.
Sin embargo en diciembre de 2019, la directiva de la Policía Nacional Bolivariana en la región tomó parte de ese edificio para instalar allí un cuadrante de paz y una de las oficinas sería usada como celda para las personas que fueran detenidas por funcionarios de este cuerpo de seguridad. Tal situación preocupó a los que hacen vida deportiva allí incluidos los de la Asociación de Patinaje de Lara quienes se encuentran a lado del velódromo. Así lo reseño el medio impreso regional La Prensa en una nota publicada en enero de 2020.
Dos fugados: uno muerto y al otro lo buscan
Tres meses después de que se instalaran los funcionarios en esta sede de Cuadrante de Paz de la PNB se registró el primer hecho de violencia. Específicamente ocurrió el 14 de marzo de 2020 cuando un hombre detenido por el delito de hurto se fugó del espacio destinado para la celda de este edificio diseñado y construido para oficinas.
Para esa oportunidad, Antonio Rafael Rodulfo de 37 años saltó desde el tercer piso del edificio y luego de eso salió corriendo por la avenida Corpahuaico y no pudo ser alcanzado por los funcionarios. A los 6 días de evadido, este hombre fue ubicado en La Carucieña, una barriada popular al oeste de la capital crepuscular y presuntamente se enfrentó a tiros contra funcionarios de las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES) donde fue asesinado.
Luego de dos años, esta sede policial dejó de ser Cuadrante de Paz y el mismo cuerpo policial se lo otorgó a la Dirección Nacional Antidrogas de donde se registró el segundo escape de un preso identificado como Oklin José Mendoza Querales.

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